18 jul 2024
Entre la admiración y el dolor
Hoy os saludo por última vez desde esta página del Boletín Salesiano. A partir del 16 de agosto, en el día en el que hacemos memoria del nacimiento de Don Bosco (de 1815), termina mi servicio como Rector Mayor de los Salesianos. Siempre es un motivo para dar gracias, ¡siempre Gracias! A Dios ante todo, a la Congregación y Familia Salesiana, a tantas personas queridas y amigas, a tantos amigos y amigas del carisma de Don Bosco
Y deseo que también en esta ocasión mi saludo conecte y transmita algo de lo que he vivido recientemente. Así lo haré, y de ahí viene el título de este saludo: ¡Entre la admiración y el dolor!, porque me voy a referir a la alegría que llenó mi corazón en la República Democrática del Congo, más en concreto en la región de Goma, hoy golpeada por verse inmersa en un conflicto bélico, y la alegría y testimonio que ayer mismo recibí
Mi corazón salesiano no podía no pensar en esos chicos y jóvenes que quizá no han tenido o ya no tienen nada que les motive en su vida. Ella, nuestra amiga concertista, a sus 81 años, vive con mucha paz y, como me decía, sigue ofreciendo el don que Dios le dio y cada día encuentra más motivos para ello. Otra lección de vida y testimonio que no deja indiferente el corazón