Hazte socio/a

31 de agosto: XXII Domingo del Tiempo Ordinario

Vive cada día su afán. “A cada día le basta su desgracia” (Mt 6, 34).

31 de agosto: XXII Domingo del Tiempo Ordinario

31 de agosto, XXII Domingo del Tiempo Ordinario

Texto bíblico

Cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba”. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido” (Lc 14, 10-11).

Reflexión

Hoy es un día muy especial: termina el mes de descanso para muchos. El retorno puede resultar costoso y, en cierto modo, agridulce. Durante las vacaciones se había proyectado realizar aquello que no se logró, y ahora es necesario volver a las tareas ordinarias. Un principio evangélico enseña a aceptar cada día con su propio afán, pues a cada jornada le basta con sus propios disgustos.

Una clave para vivir cada día con gozo es la humildad. Cuando se proyectan deseos, afanes y realizaciones, quizá se imagina más de lo que realmente es posible. En cambio, si se vive cada jornada tal como llega, sin especulación, se abraza la realidad tal y como acontece.

En vacaciones se han tejido relaciones sociales, y no siempre se ha practicado el agradecimiento, la sensibilidad o la correspondencia de los demás. El Evangelio ofrece la clave para no especular sobre posibles agravios comparativos: saberse siempre el último.

Propuesta

Vive cada día su afán. “A cada día le basta su desgracia” (Mt 6, 34).

También te puede interesar

Retomamos el camino de Adviento

15 de diciembre: III Lunes de Adviento

Mira al Crucificado a la vez que tu forma de vivir.

23 de Noviembre: Jesucristo Rey del Universo

Lo último

 Normas rígidas, desigualdades profundas y juicios morales desproporcionados.

Cuerpo, norma y desigualdad: una herencia moral aún sin desentrañar