En un análisis profundo, el arzobispo de Santiago, Fernando Chomali, quien además será hecho cardenal el próximo 8 de diciembre, argumenta que la crisis ética actual surge de un nihilismo ético que niega la existencia de una verdad objetiva y reduce el bien a la utilidad o el placer. Por ello, propone que la filosofía y la fe son esenciales para comprender la realidad humana y construir una ética basada en la verdad, el bien y la libertad.
Además, critica una antropología que reduce al ser humano a un conjunto de fenómenos, ignorando su dignidad y su capacidad para trascender. Se propone, en cambio, una antropología que reconoce al hombre como un bien en sí mismo, con una vocación al amor y a la búsqueda de la verdad, y que se funda en la libertad responsable, la verdad objetiva y el bien común.
Con una postura crítica hacia el nihilismo que permea nuestra cultura, Chomali sostiene que es urgente recobrar un sentido del bien y la verdad, más allá de las miradas puramente instrumentales o individualistas.
Chomali llama a retomar la filosofía y la ética trascendental en la educación y en la sociedad, advirtiendo que sin un fundamento moral compartido, la violencia y el egoísmo seguirán moldeando el tejido social.