"a vida es como una casa: hay que cuidar la fachada y el tejado"
Recuperar caminos
¿Cómo seríamos los cristianos si viviéramos convirtiéndonos al reino de Dios?
Propiamente, Jesús no enseñó una «doctrina religiosa» para que sus discípulos la aprendieran y difundieran correctamente. Jesús anuncia más bien un «acontecimiento» que pide ser acogido, pues lo puede cambiar todo. Él lo está ya experimentando: «Dios se está introduciendo en la vida con su fuerza salvadora. Hay que hacerle sitio».
Según el evangelio más antiguo, Jesús proclamaba esta Buena Noticia de Dios: «Se ha cumplido el plazo. Está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed la Buena Noticia». Es un buen resumen del mensaje de Jesús: «Se avecina un tiempo nuevo. Dios no quiere dejarnos solos frente a nuestros problemas y desafíos. Quiere construir junto a nosotros una vida más humana. Cambiad de manera de pensar y de actuar. Vivid creyendo esta Buena Noticia».
Los expertos piensan que esto que Jesús llama «reino de Dios» es el corazón de su mensaje y la pasión que alienta toda su vida. Lo sorprendente es que Jesús nunca explica directamente en qué consiste el «reino de Dios». Lo que hace es sugerir en parábolas inolvidables cómo actúa Dios y cómo sería la vida si hubiera gente que actuara como él.
Para Jesús, el «reino de Dios» es la vida tal como la quiere construir Dios. Ese era el fuego que llevaba dentro: ¿cómo sería la vida en el Imperio si en Roma reinara Dios y no Tiberio?, ¿cómo cambiarían las cosas si se imitara no a Tiberio, que solo busca poder, riqueza y honor, sino a Dios, que pide justicia y compasión para los últimos?
¿Cómo sería la vida en las aldeas de Galilea si en Tiberíades reinara Dios y no Antipas?, ¿cómo cambiaría todo si la gente se pareciera no a los grandes terratenientes, que explotan a los campesinos, sino a Dios, que los quiere ver comiendo y no muertos de hambre?
Para Jesús, el reino de Dios no es un sueño. Es el proyecto que Dios quiere llevar adelante en el mundo. El único objetivo que han de tener sus seguidores. ¿Cómo sería la Iglesia si se dedicara solo a construir la vida tal como la quiere Dios, no como la quieren los amos del mundo?, ¿cómo seríamos los cristianos si viviéramos convirtiéndonos al reino de Dios?, ¿cómo lucharíamos por el «pan de cada día» para todo ser humano?, ¿cómo gritaríamos: «Venga tu reino»?
3 Tiempo ordinario – B (Marcos 1,14-20)
21 de enero
También te puede interesar
"a vida es como una casa: hay que cuidar la fachada y el tejado"
Recuperar caminos
"Tenemos corazón, pero se nos ha endurecido"
¿Seguimos despiertos?
"Hay quienes también hoy se burlan del Crucificado. No saben lo que hacen"
¿Burlarnos o invocar?
El primer signo de esperanza
Dar por terminado
Lo último
"Va siendo hora de que la Iglesia católica recapacite para subirse al tren del progreso"
El no del Vaticano a ordenar mujeres diaconisas, ni en la Iglesia primitiva
Silencio, intemperie y "falta de frailes": ¿Basta con cumplir la ley del mercado para justificar una decisión pastoral?
Cierre del Colegio Santo Domingo de La Reina: Una lección dolorosa para la Iglesia Sinodal
El jesuita Patxi Álvarez de los Mozos revisita la génesis, alcance y vigencia del 'Decreto cuarto'
Cristianismo y Justicia conmemora el 50 aniversario del 'Decreto fe-justicia' en su último cuaderno