"Para que por su Espíritu, y conforme a las riquezas de su gloria, los fortalezca interiormente con poder". Fortalecer interiormente, ¿qué podría significar?
De la predicación de Pablo a los textos de comienzos del siglo II (escasos cincuenta años) el cristianismo ha surgido y ha variado algunas propuestas del de Tarso. La cuestiones relativas a quién resucitaba, cuándo, y cómo, entre ellas.
“Ser despertado y levantarse”, eso es lo que Pablo y el primer cristianismo expusieron como descripción de que un difunto volvía a la vida. Y, para acabar de entender la resurrección, al menos básicamente, es necesario atender a quién resucita, quién vuelve a la vida.
En la conocida como 1 Corintios aparece un importante pasaje de Pablo: “Pero alguno dirá: «¿Cómo son despertados los muertos? ¿Con qué cuerpo vienen?» (1Cor 15, 35)”. La respuesta no es fácil, máxime si atendemos a textos del siglo II.
A propósito de la imagen del soporte de Ta´anach, el dibujo de Kuntillet Ajrud y esta representación ugarítica se plantea la pregunta sobre la antigüedad de Asherah.
Los reinos de Israel y Judá se entienden en la actualidad por muchos investigadores como parte del mundo cananeo del Levante sur del Mediterráneo. Entre las características que se apuntan para proponer esta adscripción está un politeísmo que incluiría algunas divinidades del panteón cananeo. Tres hallazgos arqueológicos de ambos reinos y varias épocas apoyarían esta sorprendente novedad.