Vivimos para sorprender al otro

No paramos hasta denunciar al hermano

Y más tarde le arrojamos las piedras de nuestra falta de misericordia

Que quiera lo mejor para él, eso es lo que tú anhelas!

Jesús:

Que me quieres como soy

Y me dices: que nada tema

ya que tú: te harás uno conmigo-

Serás un loco libre del amor

Del hermano cuerdo del evangelio

¡No nos dejes yacer en la ausencia de la humildad-

estrella del ángel caído!

Ni hundirnos en los viejos submundos del ego

Tú eres la belleza

Tú eres Misericordia

Tú eres la alegría

Con todas tus criaturas.

Deja al hermano que hable y escucha

Y oyendo a tu hermano al mismo Jesús lo harás,

La alegría del Discípulo

son sus hermanos y hermanas

que a todos se los toma muy en serio con alegría

Cuando las olas me arremetan con la fatal furia

Tú me dices: ¡Ánimo amigo, Levantate y vuélvete a levantar mil veces!

Dejarse hacer en tu sueño, Maestro

Y No preocuparse de nada

Y nada más ...

Señor, Qué lejos estoy de ti

¡Cuando me pides hacer tu voluntad!

Mi sentido es ser como la hermana agua

para luego ser vino que sir-va para todos

No hay Esperanza cierta sin entrega total

para ser testigo y jornalero de tu campo

Acompañándole como hermano de su Evangelio viviente en Galilea

Haciendo sus caminos y regresar cada día al pesebre de Nazaret

¡Madre!

Hazme valiente como tú

para complicarme mi vida como tú conmigo lo hiciste

¡La locura del niño que te ama, ya no es locura...!

Es real y palpable que amas al mismo Amor de carne

de tu misma carne...!

¡Dios te ha Bendecido más que a todas las mujeres!

Y en esta grandeza

¡Que pocos te conocen!

¡Hermano Jesús!

Cambiame el corazón lleno de ahogos por un corazón nuevo

Quita las angustias de mi vida

para solo ocuparme de la Vida, de tu Vida

La entrada a la aldea del evangelio es para todos, para todos