Doña Fabiola Lalinde es la protagonista de la historia que inspira mi reflexión
Mujer colombiana, paisa, perdió a su hijo Luis Fernando Lalinde Lalinde. Como buena madre, no descansó hasta encontrar, muchos años después, los restos mortales y la verdad de la muerte de su hijo
Luis Fernando desapareció en octubre de 1984, violentos lo torturaron, lo ejecutaron sin juicio y escondieron su cadáver en las montañas
Ella llamó a su búsqueda 'operación ciricí', y en su relato de los hechos, declarado por la UNESCO patrimonio para la memoria del mundo, admite que “este drama se convirtió en una experiencia dolorosamente bella”
Creo que todos esos documentos sean linterna para las oscuridades de esta guerra que no acaba y de esta fuerza de muerte que intenta aplastarnos
El archivo de la señora, escrito en las tinieblas y en la esperanza, inspira confianza y tesón, es un aliciente para la resistencia y la resiliencia
La Iglesia, en un contexto como Colombia, tiene también que montar operación cirirí, volverse “insistente, persistente e incómoda”, hasta encontrar el cordero sacrificado y en pie