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Aviso a los padres: "El deporte es tan solo un juego y se lo estamos robando a los niños"
Estimadas y estimados, he tenido la oportunidad de presenciar en uno de nuestros pueblos un partido de fútbol de categoría infantil. ¡He quedado horrorizado! Y no por los niños, que jugaban deportivamente con mayor o menor acierto, sino por sus padres. Tensión, gritos, insultos, broncas… Esto es lo que he ido oyendo desde la pequeña grada donde me encontraba.
La competición infantil debería ser un espacio para estar relajados y pasárselo bien, pero me he encontrado con unos padres muy tensos. Alguien se ha hecho esta pregunta: ¿por qué es tan diferente la actitud de un padre cuando va a ver una obra de teatro de su hijo que cuando va a ver un partido? Ya sé que es un ejemplo exagerado, porque se trata de cosas muy diferentes, pero creo que la actitud de los padres debería ser la misma, es decir, la de disfrutar. Evidentemente, tu hijo cometerá errores, pero parece que muchos padres solo pueden disfrutar si gana y destaca por encima de los demás. Los padres que están tan encima de sus hijos en un partido les están coartando la capacidad de decisión. Y ya no digamos cuando llegan jugadas dudosas, o cuando aparentemente el árbitro se haya podido equivocar… Me han dicho que a menudo se han generado altercados importantes en los que algunos padres han llegado a las manos.
He sabido de una Fundación deportiva de inspiración cristiana, llamada Brafa y con sede en Nou Barris de Barcelona. Está orientada especialmente al deporte infantil y juvenil. Esta Fundación, entre muchas otras actividades, ha publicado unos vídeos, que se pueden consultar en la red, con el título «No seas hooligan…» (https://brafa.org/campana-no-seas-hooligan). Hay uno que lleva por título: «Papá, no quiero que vengas a verme al partido.» En boca de un niño, se escuchan estas frases: «Si piensas que siempre tengo que ser el mejor, no vengas. Si para ti el resultado es lo más importante, no vengas. Si tienes que gritar al árbitro cada vez que crees que se equivoca, no vengas. Si no puedes soportar que esté en el banquillo, no vengas. Si te tienes que enfadar cada vez que fallo, no vengas. Si vienes, ven a disfrutar, a animar y a descansar. Solo quiero jugar feliz y verte feliz.»
Se han hecho estos vídeos «porque es muy triste la realidad que vivimos con los padres en las gradas», afirma el director. Y añade: «El deporte es tan solo un juego y se lo estamos robando a los niños.» De hecho, los padres deberían ser los principales protectores, defensores y referentes de los niños, y no hacerles sufrir o pasar vergüenza. Hay padres, puntualiza el director, «a los que se les va un poco la cabeza, gente que viene a animar con tambores y petardos en un partido de niños de 7 años», y continúa: «Hay jugadores que acaban llorando y diciendo al árbitro que tienen miedo.» Pensemos en ello y tomemos nota por si podemos mejorar la situación.
Vuestro,
† Joan Planellas i Barnosell
Arzobispo metropolitano de Tarragona y primado
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