En el espíritu de Jesucristo somos llamados a vivir en perfecta armonía

La palabra de Jesús, que nos comunica en su espíritu es una palabra en la verdad que ilumina y conduce libre de engaños y de errores.

La sabiduría de Dios se nos manifiesta y se nos comunica en Jesucristo.

Es la palabra que nos ilumina para ver con claridad la verdad, la injusticia, el engaño y actuar para corregir aquello que no agrada a Dios ni nos permite vivir en armonía unos con otros.

Jesucristo es nuestra paz porque nos libera de los abusos de la injusticia y de la falsedad, como hoy en el evangelio de Mateo, Juan el Bautista le dice a fariseos y saduceos : quien les ha dicho que podrán escapar al castigo que les aguarda?

Ante Jesús nos encontramos en una belleza de sabiduría y claridad que todo es transparente, como el pasaje donde se busca ponerle una trampa a Jesús y le llevan a la mujer adúltera, aludiendo que según la ley de Moisés, una mujer encontrada en adulterio debería ser apedreada.

Primero Jesús con su palabra que penetra en la verdad y no se deja engañar, cuestiona a los acusadores diciéndoles: aquel que no tenga pecado arrójele la primera piedra y todos acaban por retirarse porque entendieron avergonzados que ellos eran pecadores, igual o más que la mujer adúltera .

Con esta respuesta de Jesús deja en claro quiénes son la clase de acusadores, como hoy en el evangelio de Mateo, Juan el Bautista dice a fariseos y saduceos: raza de víboras !!

No porque estos últimos se acercan al baño bautismal con Juan el Bautista serán justificados, quizás lo hacían, como era común en ellos, para ser vistos por los demás y mantener de esta forma una falsa autoridad, la cual es ya cuestionada por Jesús y por Juan el Bautista.

Solo el espíritu de Dios nos puede llevar a conocer la verdad y lo que se esconde en el corazón de las personas, con sus deseos e intenciones.

En Jesús y Juan el Bautista está el espíritu de Dios que les permite ver en claridad el corazón de las personas, y como ya los evangelios dicen de Jesús, que no se dejaba engañar porque conocía muy bien a los hombres.

Nuestra fe necesita en su caminar del espíritu de Jesús para sortear tantos engaños, malas intenciones que se siguen dando en las personas que se dejan guiar por injusticias, abusos, mentiras, opresiones , etc.

Por eso en el profeta Isaías se refiere al vástago que florecerá de la raíz de Jese: herirá al violento con el látigo de su boca, con el soplo de su espíritu matará al impío…

La fuerza de la palabra desde el espíritu de Dios hace que los ánimos engañosos y violentos se apacigüen, de tal forma que puedan Habitar el lobo y el cordero y el niño juegue en el agujero de la víbora.

La armonía que viene del espíritu de Jesús para estar en paz unos con otros, como nos recuerda la segunda lectura de la carta a los romanos, nos invita a dejarnos conducir por ese espíritu de Jesús que nos trae paz y nos ilumina para vivir en justicia y promover el derecho de quienes más lo necesitan.

En Jesús se promueve siempre la armonía, desde la sinceridad y el arrepentimiento. Hay que saber corregir lo que se ha lastimado u ofendido. Siempre necesitamos corregir lo que hemos hecho mal.