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En una llamada a Mons. Spengler, Francisco muestra su solidaridad ante las inundaciones en Brasil
En un nuevo gesto de apoyo, tras el envío de cien mil euros el pasado jueves
El Papa Francisco quiso expresar "mi solidaridad a favor de todos los que sufren por esta catástrofe. Estoy cerca de vosotros y rezo por vosotros"
En el Regina Caeli del domingo dijo: "Quiero asegurarles mi oración por el pueblo del estado de Rio Grande do Sul, en Brasil, que ha sido golpeado por grandes inundaciones. Que el Señor acoja a los fallecidos y consuele a sus familias y a quienes han tenido que abandonar sus casas"
El jueves 9 de mayo, el Papa envió una contribución de 100.000 euros para ayudar a los afectados por las inundaciones
Una vez más, en un gesto repetido varias veces a lo largo de su pontificado, el Papa Francisco se ha solidarizado con el sufrimiento de la gente. Según informa la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), el Santo Padre llamó en la mañana del sábado 11 de mayo al arzobispo de Porto Alegre y presidente de la CNBB y del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (Celam), Mons. Jaime Spengler.
Solidaridad en favor de los afectados
En la llamada, el Papa Francisco quiso expresar "mi solidaridad a favor de todos los que sufren por esta catástrofe. Estoy cerca de vosotros y rezo por vosotros". Una actitud por parte del Papa Francisco que emocionó a Mons. Spengler, ante ese gesto paternal del pontífice.
A lo largo de la última semana, el Santo Padre ha mostrado su solidaridad y oración con el sufrimiento del pueblo de Rio Grande do Sul. Al final del Regina Caeli del domingo pasado, dijo: "Quiero asegurarles mi oración por el pueblo del estado de Rio Grande do Sul, en Brasil, que ha sido golpeado por grandes inundaciones. Que el Señor acoja a los fallecidos y consuele a sus familias y a quienes han tenido que abandonar sus casas".
El jueves 9 de mayo, el Papa envió una contribución de 100.000 euros para ayudar a los afectados por las inundaciones, que hasta el momento han dejado 126 muertos, 141 desaparecidos y 756 heridos. Hay 440.000 personas fuera de sus casas.
