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En la fiesta de la Inmaculada Concepción de María
En el marco de las actividades de la 82.ª Asamblea del Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC), los obispos de Panamá, Costa Rica, Honduras, El Salvador y Guatemala, convocaron a una jornada de oración por la difícil situación política y social que afronta Nicaragua.
El objetivo es que "en diferentes lugares, oremos suplicando a la Inmaculada Concepción de María desde Panamá hasta Guatemala. Estaremos uniendo corazones, en un mismo grito: '¿Quién causa tanta alegría? ¡La concepción de María!', esa es la consigna”.
Así la invitación a la plegaria es para el próximo 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción de María, "expresemos nuestra profunda solidaridad y comunión con el pueblo de Dios en Nicaragua, el cual, muchas veces, afronta una desafiante realidad", afirmaron los obispos en el documento.
Los prelados eligieron esta fecha, porque dentro de las tradiciones más preciadas del pueblo nicaragüense, está la que se realiza cada 8 de diciembre y se conoce con el nombre de “la gritería" o alabanza de admiración para rendir homenaje a la advocación de la Inmaculada concepción de María, devoción que se vive a plenitud en Nicaragua como en la mayor parte de los países de América Central.
En esta línea, el llamado de los prelados es a unirse en oración por esta intención, es un grito de fe, esperanza, paz y libertad, ante el dolor del pueblo hermano de Nicaragua. "Nuestros pensamientos y oraciones están con ustedes, hermanos nicaragüenses. Nos unimos fraternalmente a su grito, que respetuosamente espera encontrar respuesta".
De este modo, los prelados invitan a cada diócesis, vicariato, parroquia o comunidad de América Central, para que en este día se organice una jornada especial de oración por la Iglesia de Nicaragua esto como "expresión de cercanía y aprecio fraterno, para que nadie se sienta solo", aún en medio de la dificultad y la opresión que atenta contra el ejercicio de la libertad religiosa.
Para vivir “la gritería” los creyentes se preparan con semanas de anticipación y en un ambiente de alegría, disfrutando la festividad que hace parte de las costumbres más arraigadas de la piedad popular en los países de esta parte del continente.
Según la tradición nicaragüense, el obispo comienza haciendo una reflexión mariana y en el atrio de la Catedral dice a viva voz: ¿Quién causa tanta alegría?, a lo que la gente responde y celebra con una alborada que se anima con pólvora, muñecos gigantes, música filarmónica y toros encuetados.
A esto se le agrega el repique de campanas que se inicia desde el 7 de diciembre a medio día a las 6 pm y el 8 de diciembre a media noche, al medio día y a las 6 pm.
En 2023 el Informe de Human Rights Watch documentó situaciones que atentan contra el libre ejercicio de los derechos fundamentales en Nicaragua, asegurando que los abusos del gobierno se expresan en hechos asociados a la persecución contra sus críticos, el ejercicio de la libertad de expresión y organización, el incumplimiento de los derechos de los pueblos indígenas, la creciente impunidad, la precaria situación de los solicitantes de asilo y migrantes, entre otros temas.
Frente a libertad religiosa, la Iglesia nicaragüense se ha visto afectada en su labor pastoral desde 2018. Dentro de los hechos que aparecen en el informe está la documentación sobre la detención, condena y posterior liberación del obispo Rolando Álvarez, acusado de menoscabar la integridad nacional y propagar noticias falsas.
A esto se le agregan las investigaciones que cursan contra diversas organizaciones eclesiales por presunto lavado de dinero, el congelamiento de las cuentas bancarias pertenecientes a varias jurisdicciones eclesiásticas, el cierre de universidades de origen religioso, los procesos que terminaron con la confiscación de bienes eclesiales, sin olvidar la expulsión de sacerdotes, religiosas y obispos extranjeros o nativos del país, cuya labor o pensamiento se aleje de los parámetros estatales.
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