El grito de la Amazonía parece ser oído solo por Francisco, pero resuena fuerte

Se ha celebrado el XI Foro Social Panamazónico en Rurrenabaque – San Buenaventura, en Bolivia, con delegaciones de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, con sus organizaciones y movimientos de los pueblos de la Amazonía.

El Foro Social Panamazónico lleva funcionando 22 años, luchando por los pueblos amazónicos, que, en definitiva, es luchar por la humanidad y el planeta, que están amenazados.

Después de cuatro días de debates, asambleas, tribunal de las mujeres, visitas in situ a las comunidades indígenas formularon “el Mandato del XI Foro Social Panamazónico”

Empieza el Mandato denunciando los efectos más nefastos del recrudecimiento de la extrema derecha, del fascismo, el patriarcado, el racismo y los fundamentalismos, las tendencias regresivas en las democracias con los ataques a los Derechos Humanos, persecución, criminalización y asesinato de sus defensores y defensoras. Exigen ratificar e implementar el Acuerdo de Escazú.

Y prosigue desde el corazón de nuestras selvas, a lo largo de la corriente de nuestros ríos y con la fuerza de nuestras ciudades, desde dentro de nuestros cuerpos y territorios libres, las mujeres, personas LGBTQI+ y hombres amazónicos, proclamamos nuestro rechazo a este estado de cosas y nuestra disposición de luchar por un mundo donde los territorios de los pueblos se autogobiernen regidos por la democracia comunitaria. Un mundo donde la Amazonía y toda la naturaleza sean reconocidas como sujetos de derecho, donde la desigualdad entre hombres y mujeres sea extinguida, la población LGBTQI+ goce de plena ciudadanía y los pueblos puedan ejercer libremente sus culturas, espiritualidades ancestrales e identidades étnicas. Un mundo donde la cultura sea la principal promotora de la armonía y solidaridad.

El Mandato reivindica el ejercicio pleno de autogobierno y la autodeterminación, que reconocen los derechos aceptados en el derecho internacional, que se eliminen las barreras legales y burocráticas, que nos limitan como gobiernos autónomos indígenas, el ejercicio de la justicia indígena, la integración de la juventud en la defensa de los territorios, mantener una visión común como territorio panamazónico, participación de los pueblos indígenas en las discusiones sobre la crisis climática y biodiversidad.

En las huellas y empoderamiento de los indígenas de Guyana, las naciones reconocen su territorio. El acuerdo por la vida para hacer frente al colofón democrático y ecológico. En los regímenes democráticos están en marchas regresivas…

La Amazonía ha perdido casi 1 millón de Km2 de bosques primarios y otro millón está degradado, reconocemos a la Amazonía como sujeta de Derechos y acordamos impulsar la Declaración de los Derechos de la Amazonía.

Desde los territorios, se está tejiendo una red de solidaridad y defensa a nivel de la Amazonía y de los Andes. Llamamos a una marcha de los pueblos en defensa de nuestros territorios frente a la minería.

La tradición energética, que planteamos debe ser justa, popular, inclusiva…

Exigimos a los estados declarar a la Amazonía y las zonas andina, marina-costeras como libres de combustibles fósiles y estractivismo.

Alertamos a los gobiernos y comunidades acerca de la creciente crisis de la deuda pública… proponemos vincularnos a la acción del Jubileo del año 2025 con la propuesta de condenación de la deuda pública e instamos a establecer impuestos a las grandes riquezas.

"Proponemos vincularnos a la acción del Jubileo del año 2025 con la propuesta de condenación de la deuda pública e instamos a establecer impuestos a las grandes riquezas"

Y concluye el Mandato del XI Foro Social Panamazónico con “La Resistencia de las Mujeres”: “Las mujeres Panamazónicas estamos siempre en línea de lucha y defensa por la soberanía de nuestros cuerpos, la madre naturaleza y los territorios”.

Hoy resuena fuerte la voz de los indígenas, pero parece ser oída solo por el obispo de Roma, Francisco.