Poesía para meditar

Me dispongo a escribir la presente entrega el 10 de mayo de 2020: hace 85 años que mis padres me engendraron, primero de siete hermanos. En imagen, hace cerca de un siglo, antes desde luego de la guerra civil, mis padres conmigo en brazos. ¡Qué tiempos aquellos y estos, Dios mío! Heredé de mi progenitor la afición poética y, jubilado desde hace veinte años, he venido dedicando mi sensibilidad a cultivar admiración por los poetas, transmitiendo su valiosa riqueza en entregas muy selectas de versos ambientados gráfica y literariamente. Mi página “Nido de poesía”, humilde blog de la revista católica Religión Digital, ha ido sembrando por hispanoamérica belleza y sabiduría literaria de líricos no siempre conocidos, espero que siempre expresivos e interesantes.

Hace un año RELIGIÓN DIGITAL “se hizo mayor”, iniciando una nueva andadura. Mi laboriosa actividad se detuvo porque una nueva técnica de escritura gráfica (método “bitban”) modificó la caligrafía de los blogueros. Pero la dirección, en mi caso al menos, fue generosa y vertió al nuevo lenguaje gráfico las más de 900 entregas que se habían publicado en diez años de laboriosidad. Lo peor ha sido que, en gran parte por una desafortunada intervención mía, desparecieron, de pronto, todas las imágenes. Solo han quedado, completos y perfectos, todos los poemas y todas mis introducciones. Aún es posible acceder al tesoro literario y misterioso de todos los versos. Gracias por todo, equipo directivo.

El día 2 de febrero del año pasado, en mi contador de visitas “StatCounter” descubrí e imprimí la noticia de que el total de consultas a “Nido de poesía” sumaban 1.389,250 (un millón trescientas ochenta y nueve mil, doscientas cincuenta visitas). Parece que la página de mi contador que, pocos días después, quedaría marcada en cero visitas, había gozado un largo tiempo de interesantes consultas.

POESÍA PARA MEDITAR, POESÍA PARA ORAR

Llevaba tiempo preparando un ramillete de poemas que ambientasen, como lectura espiritual, la oración personal (o comunitaria). Así, he llegado a seleccionar quince temas que acojan en su entraña, cada uno de ellos, una decena de selectos poemas que enriquezcan (“poesía para meditar”) la vida interior y, acaso, desde la fe (“poesía para orar”) faciliten el diálogo con la divinidad. Al presentar cada poema, se suele incluir una sugerencia que, apoyada en los versos, apunte compromisos. A menudo se introduce el cuerpo del meditante en las reflexiones: de rodillas, de pie, siente tu corazón, tiéndete horizontal, imagina que Dios te besa, di en voz alta…, cierra los ojos, vuelve a leer el poema repitiendo tales palabras, abre los brazos mirando hacia lo alto… Se trataría de meditar, de orar en privado, en una habitación de casa, por ejemplo. O meditando por la calle sintiendo emociones, diciéndote frases bíblicas…

Sugiero la lectura de dos interesantes manuales de oración. Genial Anthony de Mello en “SADHANA, un camino de oración” (Sal Terrae), Cargado de sugerencias, Ignacio Larrañaga en “ENCUENTRO. Manual de oración”, en el capítulo “modalidades” de oración, incluye títulos como Lectura rezada, Lectura meditada, Ejercicio auditivo, Oración escrita, Ejercicio visual, Oración de abandono, Ejercicio de acogida, Ejercicio de contemplación, Oración comunitaria…

QUINCE ENLACES A INTERESANTES POEMAS

Como lo mejor es asomarnos ya al índice general de “POESÍA PARA MEDITAR”, presentamos la tabla de sus quince primeros enlaces. Al introducirte en cada uno de ellos encontrarás nuevos índices que te irán llevando a conocer, debidamente presentado, el tablero completo. Excuso decir de este trabajo que no supone, como para la mayoría de las páginas de los blogueros, ingreso económico alguno. A lo sumo, agradecimiento, porque a un jubilado de veinte años de vejez se le facilita amablemente, una vez más, ser útil a la comunidad…