Una semana marcada por varios hechos fundamentales. El primero, Dignitas infinita del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Un documento que llevaba cinco años trabajándose, al que Víctor Manuel Fernández le ha dado un toque mucho más social y que incluye todos los ataques o ataques a la dignidad humana.
El Papa está especialmente preocupado, más aún cuando este fin de semana hemos visto la respuesta de Irán a un ataque de Israel. Esperemos que la escalada se detenga de una vez y que trabajemos todos de verdad unidos por la paz y por la justicia
Hemos visto cómo las víctimas de abusos, de nuevo, han hecho valer sus derechos, con dos reuniones, con CONFER y el Defensor del Pueblo y poniendo las bases para que los obispos, que parece que esta vez sí, al menos en su mayoría están dispuestos a tomar el toro por los cuernos, avancen con ellos en una línea de trabajo, de reparación y de justicia en la que las víctimas sean parte, que tengan voz y que tengan voto, y que lo contemos. Y si no, sucede también