24 jul 2023
Preocupación por las víctimas en la sociedad y en la Iglesia
Estamos viviendo a nivel mundial y nacional una extraña paradoja. Por una parte constatamos, como en ningún periodo histórico anterior, una creciente preocupación por las víctimas de crímenes cometidos personal o colectivamente. Por otro lado, verificamos una clamorosa indiferencia hacia las víctimas, ya sean de crímenes de feminicidio sobreviviente, o de conflictos de alta letalidad y hacia los millones de refugiados e inmigrantes
Esta preocupación por las víctimas adquirió resonancia mundial, cuando la Iglesia Católica (pero también otras iglesias), tras mucha vacilación despertó a la exigencia ética y moral de oír a las víctimas y compensar el daño psicológico y espiritual causado. Al principio no era así. Un decreto de autoridades del Vaticano exigía, bajo pena canónica, que los sacerdotes pederastas no fuesen denunciados a las autoridades civiles.
Fue necesario que interviniesen los papas, especialmente el Papa Francisco para dar centralidad a las víctimas de los abusos sexuales. Él se reunió con muchas de ellas. Varias veces pidió perdón en nombre de toda Iglesia por los crímenes cometidos