Francisco Prieto inauguró una novedosa jornada con el objetivo de “crear conciencia y servir de inspiración para desarrollar Ciudades que Cuidan en las que todos los actores que configuran la red comunitaria, desde los profesionales de los servicios sanitarios y sociales, pasando por las asociaciones y entidades del tercer sector y llegando al ciudadano y las familias, participen en ese proceso de cambio estructural que es tan urgente y necesario”
“Ojalá que nuestras calles no lleven nunca el nombre de la indiferencia, o del mirar para otro lado, ni nos lleve a cruzar la acera para no encontrarme con aquel con el que no querría sostenerle la mirada; ojalá en nuestras ciudades nadie tenga que vivir en ese drama que la pandemia hizo asomar, el drama de la soledad, aun rodeados por edificios"
“¿Cómo es posible y cómo podemos lograr mejorar esa salud, también desde la Iglesia, haciéndonos presentes en una misión compartida, que es el saber cuidarnos, el saber acompañarnos, donde expresarnos la grandeza y a veces la miseria, porque frente al cuidado también cabe lo peor, el olvido y la distancia”