"Lo opuesto al clericalismo es una concepción del ministerio, de los ministerios, como don recibido del Espíritu que se pone al servicio de la comunidad de manera amorosa y es reconocido por la Iglesia. Amar y servir, con verbos concretos, como dice Melloni. Nada de privilegios ni de castas superiores"

"Lo que aquí se plantea es que nos centremos en las comunidades, en las necesidades propias, particulares y en las que las vinculan a la Iglesia universal"

Nuevos Ministerios en la Iglesia. Hacer de la necesidad virtud

Lo que hay que erradicar de una vez por todas es que la valoración de un carisma, que alude a la máxima pobreza, vaya unido a poder, a prestigio, a sometimiento de las comunidades y de las personas, a abusos varios legitimados u ocultados

Yo creo que si la Iglesia española en su mayoría opta por transitar por estos caminos que nos propone el papa y el Vaticano II, tal vez no haya tantos bautizados o confirmados de los que luego no vuelven ya por la Iglesia, pero seguro que se pueden ir haciendo comunidades corresponsables y formadas

Lo prioritario no es buscar muchos curas, ni siquiera ordenar rápidamente a la gente, sino ver cómo funcionan las comunidades, que estén vivas y que se sientas unidas y que puedan caminar. Y que no les falte nunca la celebración de la eucaristía

El primer evento público organizado por el Comité superior para la implementación del Documento sobre la Fraternidad Humana tuvo lugar el viernes en la Biblioteca Pública de la Ciudad de Nueva York, reuniendo a cientos de personas de diferentes ámbitos religiosos

Uno de los primeros proyectos que el Comité Superior ayudará a guiar es la Casa de la Familia Abrahamica, que se ubicará en la isla Saadiyat en Abu Dhabi

Miguel Ayuso: Es el momento de "demostrar de manera positiva que la familia humana puede convivir fraternalmente"

Esta nueva colección forma parte de un proyecto internacional que busca ser una invitación a caminar y comprometerse juntos en le búsqueda de lenguaje para comunicar el “Evangelio al mundo de hoy

A su primer volumen, de 168 páginas y de varios autores, los editores, Carlos García Andrade y Aurelio Romero, lo han llamado “El sueño de una Iglesia sinodal” porque se dirige fundamentalmente a animadores de la vida eclesial

Iglesia y sínodo –“caminar juntos”- son sinónimos. Siempre irán de la mano