4 ago 2024
los sistemas eligen los dioses que les convienen a los que tienen el poder
Jesús hizo de las periferias existenciales, el lugar de encuentro entre Dios y los seres humanos. Dios ha ido al lugar donde más se lo ha negado en el universo: el pobre, la víctima y los descartados que sufren.
Él es el Camino y el Alimento para ser caminantes de una historia única en compañía. Él también es vivido y proclamado por aquellos que hacen el bien, incluso de los “que no son de los nuestros” (Mc 9,38) pero que han quedado asociados a su redención total, porque le dan de comer en el hambriento, etc. (Mt 25) y samaritanos que socorren al herido sin preguntar si son “legales” (Lc 10).
Los sistemas eligen los dioses que les convienen a los que tienen el poder, ya sea el emperador romano, el capital de las corporaciones, el estado de los burócratas, el consumismo voraz, o la religión domesticada por las castas brahamánicas. Pero nosotros anunciamos a Cristo crucificado, escándalo para los religiosos y necedad para los racionales. (1 Cor 1, 23)