“Dios es una idea. No me interesa la pregunta sobre si existe o no”. Así comienza el libro "Dios, una historia humana", publicado por Taurus, de Reza Aslan, profesor de la Universidad de California e investigador de la historia de las religiones
A diferencia de él, entiendo que lo que los deístas y teístas decimos cuando decimos que Dios es una explicación racionalmente consistente a partir de las evidencias científico-empíricas es una explicación racionalmente más consistente que la explicaciones alternativas, sean ateas, antiteístas e, incluso, agnósticas; particularmente, las que fundan su increencia en cosmovisiones o interpretaciones partidarias del materialismo bruto y del azarismo o casualismo
En mi libro “Ateos y creyentes: qué decimos cuando decimos Dios”, publicado por PPC y que verá la luz en pocas semanas, abordo este asunto. Creo que puede contribuir a la cuestión, ya que nos hemos adentrado en una época en la que conviene recuperar el debate -para nada, nuevo u original, aunque necesario- sobre la mayor firmeza racional de estas diferenciadas interpretaciones
Por otro lado es perceptible, a medida que se avanza en el debate entre creyentes e increyentes, la sorprendente convergencia de razones a favor de la mayor solidez de la interpretación creyente. Hay algún autor que, incluso, la califica de “abrumadora