9 oct 2025
María, sierva del Señor y modelo del diaconado
"El diaconado permanente, restaurado por el Concilio Vaticano II, se presenta en la Iglesia como un signo visible de Cristo Siervo. Una configuración en la que el diácono encuentra su identidad más profunda, marcada por la entrega, la disponibilidad y la humildad"
"En este horizonte, la figura de la Virgen María aparece como una referencia luminosa y fecunda. Ella, que se definió a sí misma como 'la sierva del Señor' (Lc 1,38), encarna de manera eminente la actitud interior que debe animar todo ministerio diaconal"
"María no busca ocupar lugares de honor ni reivindica protagonismos; su grandeza consiste en su disponibilidad total"
"El diácono, siguiendo su ejemplo, puede descubrir que su fecundidad ministerial no depende del brillo exterior, sino de la fidelidad silenciosa a la misión recibida"