Monseñor Karl-Josef Rauber, de 76 años en abril, alemán, dejó la nunciatura en Bruselas y se retiró a la hermosa ciudad de Baden-Württemberg, cerca de la famosa Universidad de Tubinga, como huésped de las Hermanas del Schoenstatzentrum. Nacido en febrero de 1934, falleció el 26 de marzo de 2023
Esta entrevista fue realizada en febrero de 2010. Habló si tapujos, como era su estilo, de la rígida estructura de la Iglesia y de su actividad diplomática en el Vaticano, de las denuncias de Ratzinger, su enfrentamiento con Sodano y en general con todas las figuras tradicionalistas de la cúpula eclesial de sus años en activo por su aperturismo, seguramente
Francisco lo nombró cardenal, quizás por su aroma primaveral
"Conozco a Ratzinger desde 1962, Era una persona muy agradable y amigable. Más tarde, nuestros contactos se hicieron menos frecuentes"
"Cuando me convertí en presidente de la Pontificia Academia Eclesiástica, tuve la oportunidad de volver a encontrarme con él y, más a menudo, cuando fui miembro de la Congregación para los Obispos durante tres años. No hablaba mucho, no le gustaba la familiaridad"
"Fue Suiza la que deterioró nuestras relaciones. Una vez, como nuncio, me invitaron a una reunión de sacerdotes y laicos. Había unas 250 personas. Me ocupé del informe: Iglesia universal - Iglesia particular. Finalmente, me hicieron una pregunta sobre el celibato. Les respondí: “No creo que nada cambie bajo el pontificado de Juan Pablo II, después será el Espíritu Santo quien nos guíe". Eso es todo"
"Me denunciaron cuatro veces. Afortunadamente, en la Secretaría de Estado me conocían bien, de lo contrario habría recibido una advertencia o incluso me habrían despedido. Eran acusaciones infundadas e injustas, como pude demostrar enviando el texto escrito"
"El Papa es un erudito, ciertamente es una persona honesta. Nadie lo duda, pero no le interesan los asuntos administrativos, que deja al Card. Bertone. No me sorprende"
"Creo que está al tanto del aparato curial y podría hacer una reforma seria de la curia. ¿Por qué no lo hace? Porque no quiere que lo molesten. Tiene que escribir y eso es todo"
"He estado en servicio durante 43 años, 26 de los cuales como nuncio. El mejor período que pasé fue con Mons. Benelli, de quien fui secretario durante diez años. Era un hombre excepcional y extraño. Gritaba mucho, pero tenía un gran corazón. Conocía bien el arte de la diplomacia"