En esta nueva reflexión, deseo, por incómodo que pueda parecer, referirme a una eterna cuestión, que no conviene olvidar cuando está de por medio la Santa Sede
En concreto, con la dictadura franquista (Concordato de 1953) y con la democracia recuperada (Acuerdos varios), que ahora, por obvias razones, están en cuestión
Gracias a aquel concordato, España se vio privada del Plan Marshall e incluso del ingreso en la NATO. Las consecuencias las pagó todo el pueblo español, que tuvo que retrasar su despegue económico
Lo que de verdad me preocupa es aquello de lo que no se habla. Y es trascendental: la salvaguarda de los principios, la priorización de éstos frente a los intereses
Si de hecho priman los intereses sobre los principios, la gente se decepciona y defrauda ante la realidad que presencia. Su coste se paga en términos de abandonismo y deserción