La Conferencia Episcopal ejerció su magisterio en el complicado año 1975 en documentos y decisiones de gran impacto público y de reorientación de mentalidades, sobre todo en los dedicados a la reconciliación
"Llama la atención que los países democráticos optasen por la ceremonia religiosa para demostrar su apoyo a la nueva situación política española, probablemente debido al cambio experimentado por la misma Iglesia y a su activa actuación en favor de la democracia"
Se produjo primero una transición religiosa y eclesial y, más tarde, un acompañamiento de esta Iglesia a la transición política. Fueron, sobre todo, jóvenes que no habían vivido la guerra y que, por lo tanto, no eran prisioneros de nada. Este hecho resulta fundamental para comprender la transición política, reconocer el cambio de mentalidad del catolicismo español, su modernización, su adecuación a las características de la teología europea y sus formas de ubicarse en una sociedad plural.