El dictador daría carta verde a la Iglesia para imponer su moral férrea sobre los asuntos humanos más íntimos: la educación, la familia, el matrimonio
Muchas intelectuales colocaron entre interrogaciones al Régimen, sus prácticas terribles y los atrasos de esa Iglesia que le daba apoyo
M. Teresa León reescribió Misericordia, de Galdós, para establecer un paralelismo con el Régimen franquista
R. Chacel sentenció desde el exilio: “Hablar de la paz sólo puede ser lo que hacen algunos poetas: elegía o aullido”
En Madrid van amaneciendo el desarrollismo y el olvido y, de toda la familia que inventó, a E. Fortún solo le quedan la más mayor, Doña Benita, y la más pequeña, Mila, para desplegar una mirada sin censura a esa cotidianidad que silenciaba sobre todo a las mujeres