es necesaria una búsqueda de una nueva relación fe-mundo... algo esencial en el cristianismo...que impulse la evolución de la humanidad hacia otra realidad social más intensamente vivible para todos. Una nueva relación, esta vez de servicio como pidió Jesús y no de lucha por el poder según Maquiavelo.
la Iglesia ha perdido atractivo como configuradora de pueblos e historia. Del buscar el Reino de Dios y su Justicia, como nos pide Jesús, ha pasado a esconderse en un nuevo pietismo y autorreferencialidad sin Pentecostés, aquello que Von Balthasar estetizaba como una “huida del mundo hacia arriba” y que es antítesis de lo “católico...Se ha contagiado del “individualismo” y desinterés por el hermano de la sociedad consumista, el eje del problema ético de nuestra era.
Las teologías de la liberación fueron un gran intento de esta respuesta social de la fe ante el “pecado estructural del mundo” ...Quedan en la memoria sus profetas...y tarde o temprano se buscará nuevamente sus reliquias purificadas que guíen una nueva era de compromiso social y sobriedad compartida con los humildes de la tierra.
somos persona cuando tomamos partido por el Bien común, cuando elegimos socialmente, trascendiendo el contorno de nuestro grupo...
Francisco rescata de Teresa del niño Jesús, que era una mística "de síntesis", que “no entendía su consagración a Dios sin la búsqueda del bien de los hermanos"...con un sentido integral, que abraza la totalidad de la existencia concreta y se aplica a nuestra vida entera...(Francisco, C’est la confiance)