En un centro a pocos kilómetros de la ciudad meridional de Sidón, dos religiosos españoles y sus compañeros del Proyecto Fratelli han dado un giro a sus labores de ayuda habituales
La situación de guerra ha obligado a frenar sus actividades rutinarias: unos 90.000 desplazados por los ataques israelíes contra el Líbano han llegado a la zona de se ubica su proyecto
Ante esta nueva realidad, Fratelli reabrió sus puertas cada mañana para entretener a los niños: "Y esto ha ido creciendo, creciendo, creciendo… El primer día de actividades asistieron unos 20, hoy ya vienen unos 200"
Mientras tanto, en el patio trasero de Fratelli, otros desplazados se van acercando a la mesa de registros para recoger desde colchones hasta mantas, medicinas, material higiénico, pañales y paquetes de comida. están apoyando a unas 1.000 familias