El clericalismo es el hijo pródigo que gasta su herencia en sí mismo, mientras el mundo muere de hambre espiritual. No solo malgasta recursos, sino que agota el capital espiritual de la Iglesia, su credibilidad. ...la crisis de abusos, su encubrimiento y la falta de cambios en el estilo de vida clerical, destruyen la confianza. La gente ya no cree en los curas, ni les confía sus hijos, esto es un signo de los tiempos que reclama un “hay que nacer de nuevo”.
El Papa Francisco ha denunciado el clericalismo con firmeza, identificándolo como una de las mayores distorsiones en la Iglesia ... "Una perversión eclesial" (2018), "Una actitud que hace que los laicos sean espectadores", infantilizándolos y anulando su misión bautismal (Evangelii Gaudium, 102), “El cáncer de la Iglesia" (2021), "Los clericales son funcionarios de lo sagrado, no servidores" (2023). Usan la religión para dominar y controlar
La Iglesia convertida será la que invierta en los últimos (Mt 25:40), libere los talentos de su pueblo (no los entierre) y pierda el miedo a no tener el control. Esto se corrige con más Sinodalidad, menos pirámides de poder, más redes comunitarias, porque "El verdadero poder es lavar los pies" (Jn 13:14), no ocupar tronos.