El Papa agradeció a la Iglesia chipriota por ser "lugar de encuentro, diálogo y aprendizaje del arte de construir puentes"
"Ninguno de nosotros estamos llamados al proselitismo, estamos llamados a la misericordia. Las raíces de nuestra misericordia están en el Señor. Su misericordia no defrauda. ¿Quién hace la unidad? El Espíritu Santo. El que quiera entender, que entienda. El Espíritu Santo es el espíritu de la armonía"
"Queridos hermanos y hermanas, necesitamos una Iglesia paciente. Una Iglesia que no se deja turbar y desconcertar por los cambios, sino que acoge serenamente la novedad y discierne las situaciones a la luz del Evangelio"
"No sirve ser impulsivos y agresivos, nostálgicos o quejumbrosos, es mejor seguir adelante leyendo los signos de los tiempos y también los signos de la crisis"
"Cuando hay una paz rigorista, no es de Dios. Yo sospecho de aquellos que no discuten nunca, algo esconden, siempre"
"Esta es la fraternidad en la Iglesia, se puede discutir sobre visiones, sensibilidades e ideas diferentes. Y decirse las cosas en la cara con sinceridad en ciertos casos ayuda, es ocasión de crecimiento y de cambio. Pero recordemos siempre que no se discute para hacerse la guerra, para imponerse, sino para expresar y vivir la vitalidad del Espíritu, que es amor y comunión. Se discute, pero seguimos siendo hermanos"
"Con su fraternidad pueden recordar a todos, a toda Europa, que para construir un futuro digno del hombre es necesario trabajar juntos, superar las divisiones, derribar los muros y cultivar el sueño de la unidad. Necesitamos acogernos e integrarnos, caminar juntos, ser todos hermanos y hermanas"