“Todos los hombres son iguales; pero unos más que otros”. Todas las víctimas son rostro de Cristo y presencia de Dios; pero unas más que otras
Las migraciones son imparables; Las migraciones son un derecho; Las hemos causado nosotros; Solo podemos (y debemos) solucionarlas nosotros
Las víctimas de nuestro sistema económico, esas no son rostro de Dios sino castigadas por sus incompetencias. Las víctimas de otros campos (sexuales, de género, o de raza, cultura, lengua o país…) esas sí que son rostro de Cristo. Y los medios de comunicación que se pretenden de izquierdas colaboran, como Pilatos, en ese juicio de manera consciente o inconsciente. Porque les va la vida
Me refiero a todos los migrantes que van llenando de cadáveres el Mediterráneo y sobre los que Francisco acaba de denunciar que, en el Norte de África hay verdaderos campos de concentración como los nazis. Cuando esto haya pasado, hablaremos entre progres y escandalizados de esos campos de concentración que ya no nos afectarán, como hoy hablamos escandalizados contra los Konzentrationslager de Hitler, mientras que los nuestros, mejor no mentarlos ahora