"Quise comenzar saludando a estas mujeres. ¿Las han visto tan alegres? En la clausura no se pierde la alegría, en la clausura nunca chismorrean, son buenas. Gracias hermanas"
"Corremos el riesgo de vivir incluso el apostolado en la lógica de promocionarnos a nosotros mismos y de buscar el consenso, en lugar de gastar nuestra vida por el Evangelio y por el servicio gratuito a la Iglesia"
"No cedan al desaliento, sean audaces, sepan ser una Iglesia que se hace cercana, que se acerca a las encrucijadas, que sana las heridas"
"A todos, lo repito, a todos debemos llevar la caricia de la misericordia de Dios. Especialmente a los que tienen sed de esperanza, a los que se ven forzados a vivir en los márgenes, heridos por la vida, o por algún error que han cometido, o por las injusticias de la sociedad, que siempre se cometen a costa de los más frágiles"
"Las tormentas, como sabemos, no faltan en nuestros días; muchas de ellas tienen sus raíces en la avaricia, la codicia, la búsqueda desenfrenada de la autosatisfacción, y son alimentadas por una cultura individualista, indiferente y violenta"