El Papa da la bendición Urbi et Orbi desde San Pedro y llama a afrontar con esperanza los principales conflictos de la actualidad
“Que callen las armas en Oriente Medio. Con los ojos fijos en la cuna de Belén, dirijo mi pensamiento a las comunidades cristianas de Israel y Palestina, en particular a Gaza, donde la situación humanitaria es gravísima”
"Que el Jubileo sea ocasión para derribar todos los muros de separación: los ideológicos, que tantas veces marcan la vida política, y los materiales"
El Papa incluyó en sus deseos a “los más frágiles” y a los niños, a todos los niños que sufren por la guerra y el hambre”, así como “a los ancianos, obligados muchas veces a vivir en condiciones de soledad y abandono"