Desde que la educación pública es aconfesional, la Iglesia católica ha ido menguando de manera drástica. No hay relevo generacional, y eso que hablamos de Quebec: pocos católicos y de edad, escasas vocaciones, cantidad de sacerdotes y religiosas ancianos, tremendos edificios históricos costosos de mantener y que suponen un considerable pasivo económico…

En la Eucaristía del domingo, los únicos niños y jóvenes eran inmigrantes, en este caso colombianos, con los que conversamos al final. Hay también en Canadá muchos asiáticos y africanos, pero mi impresión es que en Estados Unidos la Iglesia tiene más dinamismo, está más más rejuvenecida por la transfusión de vida multicultural.

Es increíble el papel que los misioneros, religiosas y sacerdotes jugaron en el proceso de fraguar Canadá. . Por todas partes hicieron escuelas, puestos sanitarios, posibilitaron servicios básicos y mejor calidad de vida, pero siempre cuidando a las comunidades autóctonas, preservando sus culturas ancestrales con clarividencia y respeto. Las Ursulinas se adelantaron a su época educando a mujeres instruidas y empoderadas, fungiendo de constructoras, empresarias, promotoras de cultura, igualdad y progreso.

El paralelismo con la misión de los pioneros canadienses en nuestro Vicariato es enorme: ellos iniciaron la educación, la atención a la salud y tantos otros servicios en este rincón de la Amazonía donde el Estado peruano no había llegado en los años 50. Del San Lorenzo al Amazonas. Ahora comprendo y amo más todavía la historia de nuestra iglesia selvática, que también me cautivó desde el primer minuto.

"La comunidad sabe hasta qué punto la Iglesia de Quebec condena los actos reprensibles y conoce las medidas que hemos tomado para prevenirlos", asegura el purpurado

En febrero, el Papa ordenó una investigación preliminar, encargada al juez jubilado André Denis, quien el 21 de mayo publicó sus conclusiones: "Los elementos reunidos en el curso de mi investigación hacen inverosímil que se hayan producido los hechos de los que se acusa al cardenal", subrayaba el letrado.

El papa Francisco ha ordenado a un juez retirado de Quebec que investigue las acusaciones de abusos sexuales contra el cardenal Gérald Cyprien Lacroix, lo que podría conducir a la apertura de un juicio canónico si la investigación determina la “plausibilidad” de los hechos

El nombre de Lacroix apareció hace unas semanas en documentos judiciales relacionados con la demanda colectiva interpuesta contra la diócesis de Quebec, y en la que a él se le imputarían “tocamientos, felaciones y penetración”, entre 1987 y 1988, a una persona de 17 años

Tras hacerse pública esta noticia, el purpurado canadiense anunció el 26 de enero que se retiraba temporalmente de sus funciones como arzobispo de Quebec, mientras se aclaraba la situación

"El cardenal Gérald Cyprien Lacroix acaba de anunciar a sus principales colaboradores que se retira temporalmente de sus actividades hasta que se aclare la situación. Niega categóricamente las acusaciones formuladas en su contra, que considera infundadas"

Lacroix, considerado uno de los cardenales más cercanos a Francisco, tanto es así que forma parte del C9, el grupo de cardenales que asesora al Papa en el gobierno de la Iglesia, fue acusado de agresión sexual por una joven, que en el momento de los supuestos hechos (1987-88) tenía 17 años. Entonces, Lacroix era un joven seminarista, que estudiaba en el seminario San Pío X

El arzobispo de Québec ha sido denunciado por una mujer, que contaba 17 años en el momento de los hechos (años 87 y 88), cuando Lacroix era seminarista en el seminario de San Pío X

La demanda contra el arzobispo de Quebec forma parte de una acción colectiva dirigida contra más de un centenar de miembros de la diócesis canadiense, según documentos judiciales aportados por Afp. Entre ellos, también, el cardenal Ouellet, hasta hace unos meses prefecto del Dicasterio de Obispos del Vaticano.