Ignacio es profesor de la UESD y como scerdote se presentó voluntariopara asistir a los enfermos de covid-19. "En total he estado cinco semanas, desde el 2 de abril hasta el 7 de mayo"
Entraba en las habitaciones con el equipo de protección (EPI) y con un letrero en la visera de protección en el que se leía "sacerdote"
"¿Qué decir de esta experiencia? Para mí ha sido una gracia enorme, no exenta de dureza. He aprendido muchísimo del contacto con esos cristos que me he encontrado en las habitaciones", afirma
"Si algo diferencia esta crisis sanitaria de cualquier otra es la ausencia de familiares en las habitaciones, acompañando a los enfermos. Morían solos"