El inusitado ataque del ‘católico’ Abascal a la Iglesia ha contado con un aliado para nada inesperado, pero que en esta ocasión ha traspasado la barrera del odio: el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, quien terció en la polémica llamando ‘moritos’ a toda la población musulmana en España, y achacándoles la responsabilidad de los asesinatos a cristianos por parte de grupos terroristas islámico

León XIV se dio un auténtico baño de masas en Tor Vergata, ante un millón de jóvenes, muchos de ellos españoles, que demuestran su ‘músculo’ para este tipo de eventos. Una buena noticia que hay que tomar con cuidado, como ha demostrado la intervención de las Hijas del Amor Misericordioso, y su vinculación con retiros como Effetá o Emaús

Olé a la solidaridad de las diócesis de Plasencia, Astorga, Zamora, Ourense y demás con los afectados por el fuego

Entre tanto, esperamos al inminente plácet (seguramente en el primer Consejo de Ministros tras el verano) al nuncio Pioppo, y un otoño calentito en lo religios

"He decidido dar marcha atrás en mi decisión", anunció el prelado, quien ha designado en lugar de Spina a Léopold Biyoki, que tomará posesión el 1 de septiembre. Esta era la fecha límite para revocar una decisión que provocó inquietud entre los fieles y una rotunda oposición entre las víctimas, y que tiene más de una arista

Mi decisión había sido interpretada por muchas personas como una afrenta hacia las víctimas de abusos sexuales, por lo que pido perdón a las víctimas. Evidentemente, esa no era mi intención"