¿Existe peregrinofobia en Santiago de Compostela, una ciudad con apenas cien mil personas empadronadas y que sufre una presión turística de 9,5 visitantes por cada habitante, dos puntos más que destinos como Granada o Toledo, y cinco puntos más que indudables destinos del turismo nacional como Barcelona y Sevilla?
Comprende el arzobispo Francisco Prieto la preocupación de los vecinos por la gentrificación del casco histórico, la desaparición del comercio tradicional del centro, el aumento de los precios de los alquileres en hasta un 30% por la dedicación de las viviendas a pisos turísticos, declarados o no
Es consciente igualmente de las también cada vez mayores muestras de incivismo de una parte de los peregrinos, del ruido, de la ocupación del espacio público que asfixia a los santiagueses…
Pero Francisco Prieto les pide a todos hacer “pedagogía”, el equivalente académico al “sentidiño” del que ha hecho santo y seña el presidente Rueda, con el que, por otra parte, se lleva bien