Sobre la reunión se multiplican las especulaciones: hay quienes rebajan el tenor del encuentro y otros que recuerdan que la última llamada a capítulo, a los obispos chilenos en 2018 por la crisis de los abusos, acabó con la dimisión en pleno del episcopado de ese país
“El Papa nos va a pedir una revisión total de nuestro trabajo y, sobre todo, de nuestra actitud ante la sociedad y la política españolas”, admite un obispo español, que estará presente en la cita de Roma
Sobre la auditoría de Cremades: “No podemos no publicarla, porque sería un escándalo, pero sabemos que, después del informe del Defensor, y pese a la polémica de las extrapolaciones de datos, cualquier estudio nace viejo”
Si bien Bergoglio no pedirá la dimisión de ningún obispo, en Roma sí han dolido las actuaciones de algunos prelados en escándalos recientes, como el del sacerdote de Málaga en prisión acusado de drogar y violar a varias mujeres y cuya situación conocía el obispo de Málaga, Jesús Catalá; o la reciente condena a un cura de Toledo por abusos, en cuya sentencia de pone contra la espada y la pared a los últimos obispos de Toledo y a algún auxiliar de una diócesis cercana, que no actuaron con diligencia
“Roma no quiere que nos volvamos a convertir en la principal fuerza de la oposición al Gobierno, como pasó con Zapatero”, glosa un alto prelado español, que aún recuerda las marchas contra el matrimonio igualitario y Educación para la Ciudadanía con decenas de obispos tras la pancarta, y que admite que la situación actual, con obispos lanzando furibundas diatribas contra la ley de Amnistía y cuestionando la legitimidad del actual Ejecutivo, medios que lo jalean y grupos ultracatólicos en la calle, “mezclando el rosario con los gritos franquistas”, no beneficia en nada a una visión de la Iglesia alejada de la política y centrada en el Evangelio. “Que, en el fondo, es lo que nos pide el Papa"