Anualmente el JRS atiende a 700,000 personas en todo el mundo, 250.000 en programas educativos. En la actualidad el JRS está presente en 56 países
El Papa Francisco ha mandado su ánimo al apostolado del JRS
Hoy, sábado a las 15:00 h estamos invitados a participar del evento central del 40 aniversario. El P. Arturo Sosa, Superior General de la Compañía de Jesús presidirá una misa de aniversario a las 17:30 h. En este enlace podremos asistir a todo el evento: http://bit.ly/40yearsofaccompaniment
La fraternidad universal es "una fraternidad abierta, que permite reconocer, valorar y amar a cada persona más allá de la cercanía física, más allá del lugar del universo donde haya nacido o donde habite.”
La hospitalidad es una expresión privilegiada de un amor que no se cierra a uno mismo o a su propio pueblo, sino que se abre a la humanidad, que se encarna en el peregrino, en el que viene de fuera y en el migrante que se encuentra en el camino.
El Papa Francisco comprende “que ante las personas migrantes algunos tengan dudas y sientan temores. Lo entiendo como parte del instinto natural de autodefensa. Pero también es verdad que una persona y un pueblo solo son fecundos si saben integrar creativamente en su interior la apertura a los otros."
Dentro de nuestras sociedades también hay “forasteros existenciales”. Son aquella “hermana y hermano que sufre, abandonado o ignorado por mi sociedad..., aunque haya nacido en el mismo país. Puede ser un ciudadano con todos los papeles, pero lo hacen sentir como un extranjero en su propia tierra."
La Comisión Europea ha propuesto un nuevo Pacto sobre la Migración y el Asilo que abarca diferentes elementos necesarios para construir un enfoque europeo global de la migración.
Parece un pacto más centrado en dar una respuesta a corto plazo, y saltar la presión y bloqueo de algunos Estados miembro que plantear una mirada integral a medio y largo plazo.
El SJM comienza una nueva andadura con la serie de micro informes LUMEN, unos estudios que presentan un análisis breve sobre la actualidad migratoria.
Si algo hemos aprendido o vamos aprendiendo en estos meses de pandemia es a “bailar con la incertidumbre”.
En una sociedad que organiza sus agendas, horarios y programaciones, la crisis sanitaria, el parón general, el confinamiento y la “invisibilidad” del virus ha pegado duro en en nuestro punto de flotación de la capacidad para lidiar con la incertidumbre y de vivir en la cuerda floja de la flexibilidad casi a diario.
Los retos son muchos, los miedos siguen inundando diversos ámbitos de nuestra vida, la incertidumbre se cuela en cada rincón de nuestras agendas, ocupaciones y tareas,... ¿Cómo enfrentar estas semanas que nos esperan? ¿Hay alguna receta mágica?
Solamente juntos, con confianza y flexibilidad seremos capaces de crecer en verdadera humanidad.
Hoy hay una concentración nacional en la capital de Estados Unidos, Washington DC, diciendo alto y claro a la administración que las personas inmigrantes son esenciales y que se necesita revisar una política migratoria y un plan de regularización cuanto antes.
Conozco el testimonio de primera mano y el sufrimiento de tantas familias, amigos y amigas que han huido de la violencia y la necesidad extrema en sus países, y que viven desde hace décadas con la incertidumbre y la ansiedad incrustada en sus vidas y angustiados por el futuro de sus hijos.
Si algo nos ha mostrando la pandemia es que los tiempos de crisis siempre afectan en mayor medida a los más vulnerables de nuestras sociedades. Asumamos la responsabilidad de ponernos de parte de aquellas personas que más lo necesitan para construir sociedades justas y donde se pueda vivir con dignidad.
“Migratory Flows at the border of our world” estudia casos críticos en las fronteras de varias partes del mundo, y analiza los desafíos en la ayuda a personas refugiadas
La presentación ha contado con la presencia del P. Arturo Sosa, SJ, Padre general de la Compañía de Jesús: “El debate público sobre la estrategia con migrantes y refugiados forzosos ha tomado una nueva dimensión como consecuencia del COVID19”
También han estado presentes representantes de las instituciones a las que la Compañía de Jesús ha confiado la labor con los migrantes, los refugiados y las personas desplazadas, entre ellos el Servicio Jesuita a Refugiados y el Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones de la Universidad Pontificia Comillas, desde donde se ha coordinado el libro
La pandemia de COVID-19 está gestando un cambio en el discurso sobre la migración.
El riesgo para la seguridad sanitaria, la estigmatización, la desinformación y la discriminación pueden generar un aumento de la xenofobia.
¿Cómo nos imaginamos la nueva normalidad? No podemos verter vino nuevo en odres viejos. Se hace necesaria una renovación y reforma honda de nuestras instituciones.
Un nuevo modelo de estado de bienestar debe acoger la centralidad de la persona y parámetros de felicidad, además de los indicadores económicos como medidas de progreso
El Papa Francisco abrió la ceremonia, que tuvo un recuerdo por el padre Nicolás
Cardenal Czerny: “El COVID-19 no solo agrava las violaciones de los derechos humanos que ya se están dando, sino que actúa como un amplificador, una lupa o una radiografía que revela las inmorales estructuras sociales presentes en el mundo"
Tom Smolich, sj director internacional del JRS: “Inspirados en la visión del Padre Arrupe, imaginamos un mundo en el que los refugiados y otras personas desplazadas por la fuerza tengan protección, oportunidades y puedan ser partícipes de su propio destino”