Teología de las brujas

En el principio fueron las brujas

conocían el nombre de las hierbas

la cadencia del fuego

la paciencia del barro

y la ternura de la noche.

En su pecho ardía la palabra no escrita

la que vino antes de los templos

la que Dios les susurró al oido

cuando el mundo aún no sabía pronunciar su nombre.

Las brujas saben del dolor

y de la persecución

del exilio y del silencio

del menosprecio y el escarnio

de la llama que quema el cuerpo.

Han visto el fuego

Han sentido el fuego

Han sido fuego.

Sus cenizas ha sido semilla

sus condenas, bendición.

Porque las brujas no temen al abismo

ni a la duda

ni al misterio.

Caminan entre nosotros

Oran con el cuerpo

predican con la risa

bendicen con sus manos

y re escriben evangelios con su vida.

Aman su carne como templo

su alma como altar

su sangre como pacto sagrado.

Habitan en la palabra que sana

en la mirada que levanta

en el canto que libera.

Su fe no necesita púlpito

su teología brota del barro

de la herida

y del abrazo.

Lloran con Dios

Ríen con Dios

Discuten con Dios

Caminan con Dios

Viven —

Indómitas

Sagradas

Eternas

Como las voz antigua del espíritu

que aún sopla sobre la tierra.