Sigamos caminado, aunque no siempre nos resulte fácil.

Amig@s que compartís conmigo, seguimos caminando hacia la Navidad, hacia la LUZ. Puede que en demasiadas ocasiones nuestras mochilas pesen tanto que nos entre la duda de si seremos capaces de llegar hasta el final, o podremos terminar nuestro camino.

Sabemos que tenemos que mantener la esperanza, la confianza. Pero también es verdad, que hay momentos en los que cuesta demasiado, porque la vida no siempre es fácil para muchas personas, o ¡nada fácil!, pero como el sembrador, tenemos que confiar, aprender a esperar, y un día veremos un pequeño brote en nuestras vidas, un quicio de vida, de verde… pero no olvidemos que es necesaria una paciencia esperanzada, y aunque es duro a veces, o más que duro, sin embargo, esto forma parte de la espera. Ese tiempo de subida, de cruz, es necesario para poder valorar lo esperado. Para ser capaces de prepararnos. ¿Qué hace una madre en periodo de gestación? tiene días de dolor, cansancio, malestar, de no poder seguir más, pero cada día, se va preparando para lo que será ese gran día…

La noche oscura, las dudas, el miedo, es lo que nos ayuda a tener fuerzas para llegar al final, a la luz. Aunque sea difícil atisbarla, pero está. Él sigue haciéndose presente en la pequeñez, en la brisa, en el pobre que se ha sentado a nuestro lado en el autobús y huele mal y estoy deseando levantarme. Es ahí, ahí es donde está.

Herman@s, nos busquemos en otros lugares, porque no lo vamos a encontrar y eso es algo que aún no lo tenemos demasiado asumido. Lo leemos, lo escuchamos, pero no va con nosotros… Nos falta interiorizar que sigue llamando, y que seguimos sin querer escuchar, pendientes de los preparativos: Luces, cenas, fiestas, pero ¿sabemos lo que estamos celebrando? La mayoría de las veces, creo que no…

Seguimos preguntándonos una y otra vez ¿Dónde está el Señor? Necesitamos volver a ver como el ciego Bartimeo, pero para ello, tenemos que tener una disposición de corazón porque no siempre es fácil saber mirar…

Sigamos caminado. Aunque cueste, porque al final del camino encontremos lo que tanto hemos añorado y esperado…