Hazte socio/a

Ser agradecido es de bien nacido…

Ser agradecido es de bien nacido…

Eso dice nuestro refranero español que de sabio tiene mucho.

Hoy quiero compartir con vosotr@s este minuto mío y vuestro haciéndome eco de esas personas que seguro que todos conocemos en las que en su vocabulario no entra la palabra “gracias”. Personas que se creen con derechos adquiridos, además como mérito propio, cuando en realidad, todo les ha sido regalado.

Son personas convencidas de que es tu obligación estar a su servicio, y como tal, no se sienten comprometidos con nada.

Parémonos por un momento ahora que tenemos más tiempo, aprendamos a agradecer las cosas, no seamos egoístas.

La gratitud no es una fórmula de cortesía, sino que debe de ser una actitud ante la vida. Pensemos por un momento cuántas personas han contribuido a que este día sea posible, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, personas la mayoría desconocidas, pero que están ahí…

Si te gusta que te tiendan la mano en un momento de tu vida, hazlo tú también… Todos necesitamos de los demás, necesitamos de ese gesto, de esa palabra…

Si realmente eres agradecid@, interpretarás la realidad que te rodea de forma positiva. Es verdad que la vida nos pone pruebas, pero si hemos entendido el significado de la gratitud, estoy segura que seremos capaces de transformar las relaciones con las personas que nos rodean.

Recordemos que no son derechos adquiridos y que según trates, serás tratado...

También te puede interesar

Recuerdo a José María Castillo a los dos años de su muerte

Gracias, Pepe

Lo último

"Va siendo hora de que la Iglesia católica recapacite para subirse al tren del progreso"

El no del Vaticano a ordenar mujeres diaconisas, ni en la Iglesia primitiva

Silencio, intemperie y "falta de frailes": ¿Basta con cumplir la ley del mercado para justificar una decisión pastoral?

Cierre del Colegio Santo Domingo de La Reina: Una lección dolorosa para la Iglesia Sinodal