La importancia de tener y ser una familia

Según la RAE, la familia “es un grupo de personas formado por individuos vinculados por relaciones de filiación o de pareja”

Pero sabemos que no es solamente esto, es mucho más… es el eje, el centro desde donde parte todo.

Nuestra identidad parte de ahí, con unos determinados valores que nos van conformando como personas para bien o para mal. Influyendo en nuestra forma de ser, nuestra personalidad, creencias y costumbres. Siendo los padres, los primeros responsables de la educación de sus hijos. Sin embargo, parece que el ritmo de vida que tenemos o la espiral en la que nos ha sometido esta sociedad, no nos permite hacerlo, o nos resulta más cómodo, que lo hagan los demás. Pero ¿Quiénes son los demás? Sobre todo, el centro educativo al que acuden.

La comunicación, el amor, los gestos de cariño, son muy importantes. Parece que hemos perdido todo tipo de valores, ¡todo lo sustituyen las nuevas tecnologías! Y no es verdad… ¿Quién no ha visto a un niño de muy poca edad con un móvil en la mano, mientras su padre, madre o responsable, está ocupado en otros menesteres? Así no molestan, se callan y me dejan tranquil@, o los más mayores enganchados a las redes sociales o wasap mientras comemos o estamos en familia, sin que nadie les advierta de que ese no es el mejor momento…

Lo que está claro, es que nada puede sustituir una presencia, una palabra, o un gesto, y que estos recursos, lo que hacen es alejarnos en lugar de acercarnos si no sabemos darle el uso correcto.

Cuidar las relaciones personales en la familia, supone tiempo, supone saber poner límites, dialogar, estar…

No olvidemos que la educación, siempre será un patrón que influirá en nuestra forma de ser y quizá lo transmitamos de una generación a otra…