Hazte socio/a

¿Por qué o por quien nos sacrificamos?

¿Por qué o por quien nos sacrificamos?

Cuando uno habla de sacrificio, automáticamente lo asociamos a renuncia: renunciar a algo o a alguien.

Pero cuando lo haces, es una opción o elección voluntaria. Ya no supone tanto sacrificio porque proviene desde lo más hondo de la persona. Entonces, luchamos contra lo que se nos ponga por delante por lo que creemos que tenemos que hacer, aunque para los demás, podamos estar equivocados.

Solo nosotros somos los que seremos capaces de saberlo, pero también estoy segura, que cuando hemos hecho esa elección, siempre ha existido algún momento de duda o incertidumbre, preguntándonos: ¿Por qué?; ¿merece la pena?; ¿estoy haciendo lo que debo de hacer?... pero la inquietud o duda se complica más cuando tienes voces a tu alrededor que te van paralizando debido a que no lo perciben con la misma claridad que tú, con palabras como: ¿vas a sacrificar tu vida? Sin embargo, en esos momentos, es cuando sientes que a pesar de todo, tienes que seguir adelante, la fuerza que recibimos, nos da un mayor sentido a lo que hacemos, y es lo que hace que todo se relativice.

No es fácil, pero lo importante es creer en aquello por lo que nos entregamos, por lo que nos sacrificamos, por lo que gastamos nuestra vida, por lo que hemos elegido gastarla.

Renunciar a algo por algo o alguien, siempre tiene una recompensa además de un sentido y utilidad.

También te puede interesar

Recuerdo a José María Castillo a los dos años de su muerte

Gracias, Pepe

Lo último

"Va siendo hora de que la Iglesia católica recapacite para subirse al tren del progreso"

El no del Vaticano a ordenar mujeres diaconisas, ni en la Iglesia primitiva

Silencio, intemperie y "falta de frailes": ¿Basta con cumplir la ley del mercado para justificar una decisión pastoral?

Cierre del Colegio Santo Domingo de La Reina: Una lección dolorosa para la Iglesia Sinodal