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La sencillez nace, no se hace

La sencillez nace, no se hace

Seguro que en algún momento habéis oído a alguien esta frase: ”Ser sencillo es lo que te hace grande”. Yo creo que no es una simple frase, porque si la pensamos, tiene una gran hondura, o por lo menos a mí me lo parece, porque la sencillez nace del corazón. Seguro que más de uno de vosotr@s conocéis a personas que, pudiendo ser alguien, son lo más sencillos que nos podemos imaginar; pero así somos las personas… Ahí va otro refrán de nuestro gran refranero español: “Dime de qué presumes y te diré de qué careces”. A lo mejor tendríamos que pensarlo…

La sencillez denota nobleza a la vez que madurez. Una persona sencilla no busca artificios, simplemente es como es. Sabe apreciar los pequeños detalles de la vida, una sonrisa, una mirada, un “gracias”. Sabe lo que significa la palabra “respeto” y lo practica valorando lo que a otros quizá les cueste más ver.

No olvidemos nunca quiénes somos, de donde venimos y a dónde vamos; de esta forma aprenderemos a aceptarnos y a aceptar… con toda sencillez.

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