"La Cuaresma es también una invitación al desprendimiento. A mirar con generosidad la realidad de los otros. A ofrecerles alimento para su fe"
"El miércoles de Cenizas un religioso extranjero, después de ir temprano a misa y recibir la ceniza, salió corriendo para la cola de las papas. Desde su llegada al país no había conseguido"
"Tras cuatro horas le tocó comprar al religioso. Pero las cenizas en su frente le hablaban de un darse totalmente por el prójimo. Aún sin saber bien el por qué, teniendo en sus manos la codiciada cuota, se viró y le entregó a esa mujer todas las libras de su compra"
"La labor servicial de la Iglesia en Cuba se hace carne en gestos concretos de amor. Las cenizas en la frente que recibimos hace unos días, marcan una ruta para mostrar a los demás que el camino sinodal empieza por gestos mínimos de amor al prójimo/próximo"
Papas
"¡Compro warfarina para mi niña enferma, por favor, lo mínimo que sea me puede ayudar mucho!". La frase anterior se escuchó en forma de pregón por las calles de Guanabacoa el pasado domingo. Si alguien desea fotografiar Cuba en su totalidad, debería acercarse a ese padre desesperado y preguntarle qué lo llevó a gritar por varios kilómetros la urgencia de una medicina para su hija. Solo quienes lo vimos, podremos dar testimonio de su dolor.
El miércoles de Cenizas un religioso extranjero, después de ir temprano a misa, salió corriendo para la cola de las papas. Desde su llegada al país no había conseguido. Al marcar, se percató que el resto de los integrantes de la fila viéndolo se quedaron algo asombrados. Algunos le decían: "Usted tiene una mancha negra en la frente, señor." Él, atento siempre a las oportunidades de evangelización, les contestó: " Hoy los católicos del mundo entero iniciamos la Cuaresma, un tiempo de espera y esperanza en el milagro de la salvación."
A su alrededor, alguien espetó: ¡Vaaaa, la única esperanza que nos queda es irnos!". El religioso, en un profundo silencio de respeto ante el dolor tangible de esa persona, le sugirió: "Dios nunca se va de nosotros. Si crees en Él, te acompañará en cualquier travesía de la vida".
La fila caminó despacio y al fin tras cuatro horas le tocó comprar al religioso. Detrás de él venía la mujer que le había expresado su falta de perspectiva futura. En estos tiempos de dos libras por persona, tras varios meses, la papa para este hombre era un regalo del cielo. Tanto así que se había decidido a emprender la larga cola para no perderlas, pero las cenizas en su frente le hablaban de un darse totalmente por el prójimo.
Aún sin saber bien el por qué, teniendo en sus manos la codiciada cuota, se viró y le entregó a esa mujer todas las libras de su compra. De ella sabía, luego de varios intercambios de palabras, que tenía una situación difícil en casa. La señora quedó anonadada por el gesto. Solo atinó a decirle a los demás: "Ese hombre de la ceniza en la frente me dejó sin palabras. Estas papas son un milagro para mi familia, que de seguro me creerán loca o mentirosa. Ojalá yo también pudiera ayudar a alguien hoy."
La labor servicial de la Iglesia en Cuba se hace carne en gestos concretos de amor. No es de extrañar las redes de solidaridad entre laicos, creadas en las comunidades para ayudarse unos a otros ante la escasez de medicinas o alimentos. Las cenizas en la frente que recibimos hace unos días, marcan una ruta para mostrar a los demás que el camino sinodal empieza por gestos mínimos de amor al prójimo/próximo.
El sacerdote actuó en solidaridad con la población tras más de 12 horas sin servicio eléctrico, y debió abandonar Cuba y regresar a México el 11 de diciembre.
El mundo académico de la historia de la Iglesia recibe con agrado este reconocimiento a una voz como la de la Dra. Bidegain, quien ha sido fiel a consagrar sus dones al servicio de visibilizar a las personas menos favorecidas por el relato hegemónico.
El religioso, hasta hace pocos días, obispo de La Vega, sustituirá a monseñor Francisco Ozoria, una vez este presente su renuncia al cumplir los 75 años.
Todo el mundo piensa en el después, en el después en medio de las dificultades por las que está pasando nuestro pueblo de carencias, bueno, pues un ciclón empeora más las cosas. Pero, tenemos que enfrentar el ciclón.