Fray Cirilo González Santamaría O.P., un español lleno de amor por Cuba
El misionero murió el 29 de julio en un hospital de Navarra
Cuando le preguntaban ¿por qué su deseo de venir a misionar a Cuba? respondía que siempre tuvo esa vocación misionera y en Cuba era una de las zonas donde había mayor necesidad. Él siempre solía pedirle a su provincial que lo considerase para esa tarea
Fray Cirilo, con los dominicos cubanos
La Iglesia en Cuba se llena de dolor por el fallecimiento de Fray Cirilo González Santamaría , O. P. El padre Cirilo nació el 22 de Julio de 1935 en Torrelara provincia de Burgos y llegó a la Universidad Laboral en el año 1961. De allí se fue a estudiar filosofía a Alcobendas en Madrid donde estuvo un año y después marchó a Granada donde permaneció por otros doce meses hasta el año 1972 en que vuelve a Córdoba, pero esta vez como sacerdote en una Parroquia de un barrio muy humilde, de marginación, conocido como Los Vikingos.
En este barrio al que siempre le guardó un gran cariño volvía en todos sus viajes a España. Por ahí estuvo prestando sus servicios cada vez que podía hasta el año 1994 en que llegó a Cuba.
Cuando le preguntaban ¿por qué su deseo de venir a misionar a Cuba? respondía que siempre tuvo esa vocación misionera y en Cuba era una de las zonas donde había mayor necesidad. Él siempre solía pedirle a su provincial que lo considerase para esa tarea.
En la primera oportunidad que se le presentó para venir a la Isla hubo vacantes para tres dominicos y él se quedó fuera, no le dieron plaza. Pero, siguió insistiendo y postulándose para la misión hasta que por fin en 1994 lo consiguió. Al principio estuvo en la Habana por poco más de un año colaborando en varias parroquias hasta el año 1996 en que llega a Trinidad donde encontró un verdadero hogar.
El padre Cirilo González op
El padre Cirilo O. P. a todos los que lo visitaban en su amada Trinidad les hablaba con entusiasmo de su labor pastoral, social e incluso humanitaria, de las dificultades que había tenido que ir sorteando y lo que hacía para ayudar a sus feligreses en la Cuba de la escases.
Él estaba muy orgulloso de la merienda que daba todos los días a los niños más humildes del pueblo y del apoyo con alimentos y medicamentos a los más necesitados con ayudas que conseguía de sus contactos.
Cirilo O. P. que ejerció de párroco de la “Santísima Trinidad” o “Parroquial Mayor” como también la llaman en la ciudad de Trinidad por varios años, celebró sus bodas de oro como sacerdote en Cuba. En ese municipio central de la Isla su presencia misionera marcó una impronta, pues muchos lo recuerdan en su caminar diario por sus afamadas calles empedradas visitando los lugares más apartados de la ciudad, llevando la Buena Noticia del Evangelio y repartiendo amor y bendiciones entre los pobladores de esta colonial villa.
Fray Cirilo O.P. murió el 29 de julio en un hospital de Navarra - Pamplona en su querida España, pero con Cuba en su corazón. Numerosas han sido las muestras de cariño ofrecidas en las redes sociales de católicos que lo conocieron sobre su persona, dando muestras de la gratitud del pueblo cubano a su servicio eclesial.
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