"La cuestión de la mujer, o más exactamente el nuevo equilibrio de género en la sociedad y en la Iglesia, es un signo de los tiempos. Como dijo el cardenal Mario Grech, 'se ha abierto una puerta' y podemos pensar que se seguirá abriendo"
"La historia ha hecho que la responsabilidad en la Iglesia se asocie durante siglos a la ordenación, reservada a los hombres. En la Iglesia clerical que heredamos, las mujeres se sienten a menudo olvidadas porque no son escuchadas ni tenidas realmente en cuenta por muchos clérigos. Esto debe cambiar"
"Quedan pasos por dar para saber cómo ser esta Iglesia sinodal en todos los lugares, una Iglesia inclusiva en la que hombres y mujeres caminen juntos a la escucha del Espíritu en el respeto mutuo, la igualdad y la escucha recíproca. No es posible ignorar a la mitad de la humanidad"
"La apertura del acolitado y del lectorado a las mujeres refleja esta opción de una posible creatividad para establecer nuevos ministerios abiertos a las mujeres, a los laicos dentro de una Iglesia totalmente ministerial"
"Para salir del clericalismo, identificado como un mal que puede facilitar el abuso de poder y el abuso sexual, la Iglesia debe implementar la sinodalidad en todos los niveles"
"Estamos en un momento clave de la historia, complejo pero apasionante. Y creo que es difícil tener ideas muy fijas. Estamos llamados a estar en continuo discernimiento, porque la sinodalidad es el estilo de discernimiento, es un camino abierto, no conocido de antemano"
"Francisco fue elegido para acompañar la necesaria reforma de la Iglesia. Esto implica tanto la conversión de las mentalidades -y Francisco hace gran hincapié en la conversión espiritual y pastoral- como la reforma de las estructuras"
"Todo cambio provoca resistencia al cambio, por lo que no debe sorprendernos. En este cambio de mundo que estamos viviendo, la Iglesia, para ser fiel a su misión de anunciar el Evangelio a todos, también debe cambiar. Esto puede ser aterrador"
"Sueño que la barca de la Iglesia abrirá sus velas de par en par al soplo del Espíritu, al soplo del Concilio Vaticano II, para avanzar cada vez más mar adentro al encuentro de los hombres y mujeres de este tiempo"