En los últimos tres meses el número de peticiones de ayuda que han recibido las Cáritas se ha incrementado un 77%. Uno de cada tres solicitantes de ayuda en este período es nuevo o hacía más de un año que no acudía
La pobreza severa no había parado de aumentar, a pesar de la recuperación del empleo, antes de la COVID-19. Llueve sobre mojado, hoy tres de cada 10 personas en la exclusión grave carecen de cualquier tipo de ingreso
Tras el primer impacto del coronavirus, la mitad de los hogares en situación de grave precariedad no pueden hacer frente a los pagos de hipoteca o alquiler de la vivienda (49,2%) y no disponen de dinero suficiente para pagar gastos de suministros (51,2%)
Un 18% de los hogares en exclusión grave con menores de edad a cargo admite haber tenido que renunciar a una ocupación o puesto de trabajo para hacerse cargo de ellos
Esta crisis es que está introduciendo una nueva variable de estratificación social entre nosotros vinculada al riesgo de confinamiento. Este nos ha estructurado en tres grandes grupos: los confinados seguros, los confinados de riesgo y los desarraigados
Cáritas insta a consolidar el Ingresso Minimo Vital, revisar la atención a la dependencia, reducir la brecha digital, "aislar el debate sobre la salud pública de la crispación del clima político" o visibilizar la sociedad de los cuidados
"Esperamos que la crispación baje de tono, ayudaremos en eso", señaló Manuel Bretón, presidente de Cáritas