8 ago 2025
El peregrino, el turista y el inmigrante
Viajar es expresión de la búsqueda de sentido que también revela las injusticias del mundo. Peregrinos, turistas e inmigrantes son movilidades que reflejan desigualdades y anhelos. La fe bíblica invita a mirar el viaje no como privilegio, sino como vocación profética y conversión radical.
¿Es necesario viajar tanto en un mundo marcado por el sufrimiento y la desigualdad? … saturamos ciudades, agravamos desigualdades y contaminamos mientras millones que viajan para sobrevivir son estigmatizados... Viajando menos y con más conciencia, el turismo podría sanar tanto al viajero como al mundo que visita.
El inmigrante es el rostro más desgarrador de la desigualdad global. No elige su viaje, lo sufre. Su éxodo no es turismo ni devoción, sino grito de vida. Su movilidad no es amenaza, sino un llamado a nuevos caminos para la humanidad.
La verdadera peregrinación no es turismo para devotos acomodados, ni ruta de apariciones de moda. Es travesía de conversión con los ojos abiertos al sufrimiento del mundo. La fe no depende de secretitos mesiánicos o actos multitudinarios para exhibir músculo eclesiástico, sino que nos envía a la liberación compasiva (Lc 4,18).