"El tema migratorio está siendo 'la' cuestión social por antonomasia en este momento de nuestra historia: no podemos aceptar discursos excluyentes ni normalizar ideologías o terminologías que atentan contra la dignidad humana"
"La idea de un 'proceso de remigración' en los términos que se están planteando es profundamente preocupante y moralmente inaceptable. Cuando se habla de 'millones' de personas, incluyendo a quienes tienen raíces y han contribuido a nuestra sociedad durante décadas, esto no es 'remigración', es una propuesta de deportación masiva y, en la práctica, una forma de limpieza étnica"
"La apelación a las raíces cristianas para justificar la pureza de raza, la exclusión, el odio o la violencia contra cualquier persona, y menos aún una 'cacería humana', es una perversión y una contradicción flagrante de los valores evangélicos"
"Si no abordamos las causas profundas del malestar, si no fomentamos el diálogo, la comprensión y la justicia, es muy probable que la chispa vuelva a encenderse. Es nuestra responsabilidad, como sociedad y como Iglesia, trabajar incansablemente para construir puentes en lugar de muros, y para que la paz y la convivencia sean duraderas"
"Que los menores no acompañados, que son los más vulnerables entre los vulnerables, se conviertan en un objeto de disputa política entre administraciones, es una muestra de la falta de humanidad y responsabilidad que a veces observamos"