Como es frecuente, el profeta espera que en un futuro indeterminado, Dios reinará sobre Israel y sobre toda la tierra, y puesto que todos caminarán a su luz, ya no habrá violencia, ni instrumentos de violencia, sino que todo será paz y los instrumentos de guerra serán transformados en herramientas para el trabajo del campesino.
Pablo invita a los romanos a llevar ya desde ahora una vida diferente a la que lleva la sociedad de su entorno. Deben mostrarse distintos porque están ya en un tiempo nuevo, por el espíritu que los introduce en la vida nueva.
Con una serie de imágenes con elementos comunes a las expectativas escatológicas Mateo invita a “velar” y “estar atentos” esperando de un momento a otro la venida del hijo del hombre.
La perspectiva dentro de la que nos ubicamos es, por un lado, la de aquella que intenta leer "desde el reverso de la historia", desde los pobres, y a veces con un acercamiento a aquella que se ha llamado "teología de la cultura" o "teología del pueblo" y que algunos han llamado, creemos que erróneamente, "teología argentina".
De Gustavo me atrapaba su centralidad de la Biblia y de los pobres (un oído en el pueblo y otro en el Evangelio). La insistencia en la teología como acto segundo por ser espiritualidad. La presentación de la Gratuidad de Dios.
David –que ya era rey del sur, es elegido ahora rey del norte con lo que se unifica la región. Pero esto no nace de la ambición de un hombre, sino de la decisión de los “ancianos” y la voluntad de Dios. David pasará a ser entonces el rey modelo, y más tarde el “padre” del futuro Mesías.
Dado que algunos en Colosas han interpretado la persona de Cristo como uno de los ángeles, el autor de la carta intenta destacar –y el himno introductorio lo presenta claramente- la primacía fundamental de Cristo ya desde la creación, y luego en el acontecimiento reconciliador de la creación entera.
Jesús en la cruz recibe las burlas de los que están cerca. Pero no todo es negativo en ese ambiente de sufrimiento. El pueblo simplemente mira, y más tarde, se manifestará arrepentido; y uno de los malhechores reconoce la inocencia de Jesús y le pide que lo “recuerde”, a lo que Jesús le otorga la “salvación” que las burlas reclamaban.
Ante la despreocupación de muchos por la intervención de Dios en la historia, Malaquías anuncia que “el día” de Yahvé será indudable, Y el contraste entre lo que les espera a los arrogantes y lo que espera a los justos resulta evidente a la luz del sol.
En la comunidad de Tesalónica hay quienes viven de un modo claramente opuesto al ejemplo dado por Pablo cuando estuvo entre ellos. Mientras Pablo trabajó con sus manos para dar ejemplo, algunos no solamente no trabajan sino que “se entrometen en todo”. De allí que “Pablo” reitere el mandato de que deben trabajar pacíficamente para ganarse el pan.
Partiendo de una alabanza a la belleza del Templo que Jesús escucha, él anunciará –más precisamente que Marcos- la destrucción del mismo. Esto repercutirá también en la persecución a los seguidores de Jesús, pero el texto invita a no preocuparse por eso ya que Cristo no se desentiende de sus amigos, y lo que contará en este momento será la resistencia.
Un ángel orienta la visión del nuevo Templo a Ezequiel mostrándole un agua cada vez más abundante que sale de los cimientos del Templo y llena de vida todo lo muerto.
Pablo empieza a concluir su discurso sobre la verdadera sabiduría que nace en la cruz y la debilidad. Y, cuando es fundada sobre Cristo y la cruz, la verdadera sabiduría es constructiva y nos conduce a Dios; esa es la edificación que tiene los cimientos puestos en Cristo.
Al comenzar el ministerio, Jesús realizará un nuevo signo. Este relacionado con el templo que es reemplazado tanto por su cuerpo como por su comunidad. Al realizar el signo surge el debate donde Jesús manifiesta la decisión de reemplazar en sí mismo todas las instituciones “de los judíos”.
El vidente del Apocalipsis alude a la “nueva Jerusalén”, un pueblo, que viene de Dios que decide crear todo de nuevo sin dar cabida a la muerte. En esa ciudad los habitantes recibirán gratuitamente de Dios la vida y la felicidad plenas.
Frente a algunos de la comunidad que niegan la resurrección de los muertos, Pablo – que une la resurrección de Cristo a la resurrección de los creyentes – afirma que la del Señor fue la primera de una serie que continuará.
Las mujeres van al sepulcro a ungir el cuerpo de Jesús, y no encuentran su cuerpo ante la tumba vacía. Pero los enviados divinos les aportan la interpretación del hecho: ¡ha resucitado! Eso es algo que Jesús ya les había anunciado a los apóstoles y deben recordarlo.
En el encuentro de la humanidad con Dios es habitual que el culto sea vacío, y la vida no sea coherente con lo que Dios pretende. Pero Dios no se deja sobornar, y es justo. No hace injusticia en favor de los poderosos mirando la gloria de los ricos, sino que es justo con el pobre.
El discípulo de Pablo comienza su despedida dando a la carta forma de Testamento. Da testimonio de su fidelidad aun en la muerte inminente, y manifiesta a su sucesor, Timoteo, que aunque son muchos los que lo han abandonado, Dios ha permanecido junto a él y permanecerá a su lado.
Jesús presenta una nueva parábola, y expresamente se dice a dónde “apunta” la narración: para confrontar con quienes te tenían por justos y despreciaban a los demás. Para ello presenta una imagen absolutamente identificable para sus interlocutores y la oración de ambos. Sin embargo, Dios –a quien la oración va dirigida- reconoce que justo es el inesperado porque Dios ve las cosas de otro modo.
"Como ya se ha dicho abundantemente y se ha comentado, el papa León XIV ha publicado su primera exhortación apostólica, Dilexi Te, dedicada al amor a los pobres. La frase, 'te he amado' (egō ēgápēsá se; Apocalipsis 3,9) la dirige el papa a los pobres"
"Mirando la Exhortación, y habiendo ya señalado en otra ocasión sus muchos aspectos positivos, quiero detenerme en otros puntos: Mujeres, laicado, educación, causas de la pobreza…"
"No por afán de crítica, sino para que el amor a los pobres sea siempre una utopía, como lo es el reinado de Dios, hacia el que tender cada vez con mayor dedicación, compromiso y militancia"
En el contexto en el que se muestra que Dios acompaña a su pueblo en el desierto alimentándole y dándole bebida, también se muestra que lo protege de sus enemigos. Pero Dios cuenta con sus amigos para ello. Moisés y su cayado serán la mediación que Dios elige para manifestar su cuidado de Israel. Sin ellos, pareciera que se desentiende de su pueblo.
Pablo deja a Timoteo como su sucesor. Debe continuar su obra de predicador en la comunidad, ahora predicando una doctrina y una enseñanza ya corporizada a una comunidad que tiene problemas con falsos maestros.
En un nuevo “de menor a mayor”, Lucas muestra en una parábola que un juez corrupto es capaz de hacer justicia ante la insistencia de una viuda. ¡Cuánto más! hará Dios por los suyos, su pueblo.
La exhortación Dilexit Te parece pretender responder a ambas preguntas. La primera, desde el mismo título. La segunda con la insistencia todo a lo largo de la exhortación en el cuidado de los pobres.
El horizonte latinoamericano de buena parte del texto invita a imaginar un horizonte común.
Un hombre poderoso del ejército sirio está cubierto de “lepra”, y por recomendación de una esclava jovencita va a ver al profeta Eliseo. Dos horizontes: el del poder y el de la impotencia se enfrentan, pero el poder se manifiesta impotente ante la enfermedad. Sólo Dios puede curar. Pero el “hombre de Dios” limpiará al enfermo que así reconocerá a Yahvé como único Dios.
En una suerte de testamento de Pablo se señala que su prisión no impide que el Evangelio siga siendo predicado ya que la solidaridad entre nuestro obrar –positivo o negativo- con Jesús es plena. Jesús sigue obrando y la Palabra no está encadenada, aunque sí lo esté el ministro.
En un texto exclusivo de su Evangelio, Lucas presenta una curación de diez personas con lepra. Diez son curados, pero sólo uno da gracias a Dios por ello; así –una vez más en su Evangelio- nos informa que un extranjero es presentado como modelo de religiosidad.
La situación del pueblo es dramática. La opresión imperial lo angustia y Dios parece en silencio. Pero Dios le afirma que más tarde o más temprano El tomará partido por el justo, y aniquilará al injusto. Dios es fiel y llevará al justo a la vida plena.
El discípulo de Pablo se dirige a Timoteo señalándolo como heredero auténtico de la predicación del Apóstol. Predicación ya presentada como algo “fijo” que se debe cuidar y conservar, y transmitir “fielmente” movido por el Espíritu, a diferencia de lo que los “falsos maestros” hacen en la comunidad.
Una serie de textos señalan algunas características del discipulado: el perdón, la importancia de la fe y la disponibilidad en el servicio que no espera recompensa. Los primeros parecen más universales que el segundo, que parece dirigido a los que tienen alguna responsabilidad en la comunidad.
Amós anuncia duramente castigo a los habitantes de Samaría y de Sión que viven rodeados de lujos y placeres desentendidos del dolor de los miembros de su pueblo.
En contraste con los falsos maestros y su búsqueda de riquezas, Timoteo es presentado como maestro ejemplar. Ha hecho una confesión pública que está invitado a mantener mostrando su riqueza en virtudes, lo cual debe manifestar hasta el final siguiendo el ejemplo de Pablo y de Cristo, de quién hace una confesión de fe explícita en contraste con la divinización de las autoridades imperiales o los ídolos, reconociéndolo con categorías divinas.
Jesús presenta una nueva parábola donde hay dos personajes, en este caso un rico y un pobre. Como se ha dicho en otras partes del Evangelio, la situación de ambos cambiará, cosa que de hecho ocurre. Esta situación es consecuencia de la vida que han llevado. Y –en el caso del rico- consecuencia de no haber sabido reconocer a Lázaro, el pobre, como un hermano.
El profeta critica duramente a los comerciantes sólo dedicados en ganar dinero desentendiéndose de Dios, de la justicia y de los pobres.
Un discípulo de Pablo –en su nombre- presenta la universalidad de la comunidad y de la voluntad salvífica de Dios. La comunidad debe orar por todos, y particularmente por las autoridades a fin de vivir en paz. Esa oración debe llevarse a la práctica en todas partes.
Con una parábola donde se destaca la astucia de un estafador para seguir adelante, Jesús remarca cuánta más astucia deberán tener los discípulos haciéndose amigos de los pobres compartiendo sus bienes. Cuando el amor al dinero sustituye el proyecto de Dios manifestado en Jesús, éste se ha transformado en un ídolo.
En el esquema característico del pueblo que en el desierto –ni siquiera a poco de llegar a la tierra- sigue tentando a Dios, se nos presenta una aparición de serpientes como castigo de Dios, la intercesión de Moisés y la construcción de una serpiente de bronce que restaura la situación a pesar de la rebelión sistemática del pueblo.
Pablo invita a los cristianos de Filipos a tener una actitud caracterizada por la humildad y la obediencia imitando a Cristo. Esto provocó en él que Dios lo exaltara hasta la altura divina, con lo se espera que la gracia de Dios actuará en los hijos de Dios de un modo semejante.
Dios manifiesta la paradoja de su amor ya que ama y entrega lo más amado precisamente a aquellos que se caracterizan por su enemistad a las cosas de Dios. Esto se expresa con el verbo “creer”, que es el objetivo de todo el Evangelio para que en ello el creyente tenga “vida”.
La distancia entre Dios y la humanidad es absoluta, y los seres humanos no pueden –con sus limitaciones- acceder a la voluntad de Dios y a conocer su sabiduría si Dios mismo no se lo revela.
El esclavo Onésimo se había fugado de su amo Filemón robándole. Pablo, preso, le anuncia el Evangelio logrando su conversión, y lo devuelve con su ex amo con el objetivo de que este lo reciba como un hermano e incluso lo libere. La carta juega un rol de salvoconducto, por si era detenido, y a su vez garantía para ser recibido como el mismo Pablo en su vieja casa y comunidad.
Ser discípulo de Jesús no es algo fácil. Supone renuncias, incluso a cosas fundamentales como la familia, las posesiones y la propia vida. Es importante evaluar bien los pasos a dar para ponernos en su seguimiento no sea cosa que no podamos llegar a concretar lo que hemos pensado.
Dos actitudes diferentes ante el conocimiento marcan dos conclusiones distintas. La humildad que nos pone en el encuentro con Dios, y la falta de conocimiento de las propias fuerzas, el orgullo que nos extravía y nos conduce al pecado.
Dos posibilidades se le presentan a los cristianos, seguir los caminos de la idolatría, o seguir el camino del encuentro, de la gracia, de la fiesta que es el camino de la fidelidad –santidad- a las cosas de Dios. Este encuentro festivo nos hace desde ya participar desde el bautismo –aunque podríamos rechazarlo- de las cosas de Dios.
Dos escenas en torno a una mesa se suscitan a partir de la comida a la que Jesús es invitado. En ambas Jesús propone el desafío contracultural del reino en la que los valores tradicionales son subvertidos, sea el valor del reconocimiento público del propio honor, o la retribución que se espera luego de que se ha dado un banquete. La mirada desde los últimos vuelve a ser propia de Jesús y su lógica.
A pesar de haber sido con frecuencia interpretado como un texto misionero, Isaías parece estar hablando del compromiso de Dios con el rescate de Israel. Rescatará a los que han escapado a las naciones y los hará volver a Jerusalén (los mismos opresores los llevarán cómodamente) donde serán parte de los hijos de Israel, y darán culto enfrentando al poder sacerdotal centralizado.
Siguiendo el ejemplo deportivo de la semana pasada, ahora destaca que –como buen Padre- Dios nos entrena con esfuerzo y sufrimiento para alcanzar los frutos de justicia y de paz en la vida común. El sufrimiento que la comunidad padece en medio de su ambiente es visto como entrenamiento de Dios que pedagógicamente nos prepara para seguir las huellas de su hijo.
Dos momentos –relacionados entre sí con una puerta (estrecha primero, cerrada después)- ponen a los seguidores de Jesús ante el compromiso por la justicia. Todos –judíos y no judíos- están comprometidos con el reino del que están invitados a participar, como un banquete, en la medida en que no solamente escuchen la palabra de Jesús sino que también la pongan en práctica.
La predicación de Jeremías –con profundo sentido político ante la inminente invasión de Babilonia a Israel- provoca el descontento y la enemistad de muchos que deciden hacerlo morir. Un extranjero será quién consiga que sea liberado con lo que el profeta encarna en su propia persona la predicación: de los extranjeros –Babilonia- viene la fidelidad a la voluntad de Dios y por tanto la vida.
Los testigos ejemplares de la lectura del domingo pasado alcanzan en Cristo su plenitud y es para nosotros el ejemplo de la “carrera” que debemos correr, de la “lucha” que debemos enfrentar con perseverancia y fe.
Dos pequeñas unidades marcan el conflicto que trae el reino. Conflicto sobre los demás (y sobre Jesús) y conflicto en relación a los demás. Pero ese conflicto es parte integral del mensaje de Jesús, porque ante su anuncio de buenas Noticias, no podemos permanecer indiferentes o neutrales.